Los requisitos para disfrutar de Bandera Azul son cada vez más exigentes, por eso parece prácticamente imposible que A Concha-Compostela, las playas por excelencia de Vilagarcía, puedan recuperar algún día aquel estandarte que llegaron a lucir antaño junto al puerto deportivo. La calidad de las aguas por la proximidad de la actividad industrial es el principal escollo, de ahí que el Concello quisiera explorar otras posibilidades. Ahora la satisfacción es plena por el premio para Campanario, pero el alcalde anuncia que "hay que estudiar bien las causas por las que se denegó la bandera a O Preguntoiro, aprender de los errores y tratar de corregirlos". Fole sabe que conseguir una de estas enseñas, y sobre todo mantenerlas, sale caro, y más en plena crisis. "Pero a pesar de todo veremos el modo de conseguir que el año que viene podamos tener las dos banderas, aunque eso si, sin rasgarnos las vestiduras".