Para entender mejor cómo se reparte el dinero obtenido por los servicios de temporada en las playas, hay que indicar que Costas cobra un fijo de lo recaudado. En los quioscos de A Lanzada, por ejemplo, se marca un precio de licitación mínimo anual de 13.000 euros para cada uno de ellos, y de ese dinero hay que apartar 2.000 para el organismo estatal.

Pero resulta que esos 2.000 euros por chiringuito es lo que se entrega a Costas por todos los previstos en las playas grovenses, con la diferencia de que en las demás el precio de licitación es muy inferior. Los chiringuitos de O Carreiro, As Pipas y Area de Reboredo salen a concurso con un precio mínimo de solo 2.750 euros, lo cual supone que el Concello únicamente se queda 750 euros en cada caso. El de Paxareiros parte con 10.000 euros de precio, y también hay que entregar 2.000 a Costas. Asimismo, cuando se habla de las 350 tumbonas de A Lanzada se prevé obtener por ellas un mínimo de 18.550 euros, y resulta que nada menos que 12.250 son para Costas.

Pero eso no es todo. Mucho más llamativo resulta lo que sucede con los tres puestos para las escuelas náuticas, que en el concurso de licitación parten con un precio mínimo de 600 euros en cada una de ellas, y en ese caso todo lo recaudado se va íntegramente al canon de Costas. Asimismo, en la estimación realizada por el Concello, partiendo de los precios mínimos, se habla de 318 euros por las 6 tumbonas de Area Grande, de los que 210 euros son para Costas; 720 ingresados por los 4 hidropedales de esa playa, con 400 para el ente público; y 720 euros con los 4 hidropedales de Raeiros. En resumen, que por cada año pueden obtenerse 106.000 euros por todos los servicios, de los que 34.000 son para Costas. Evidentemente, cuanto más suba la oferta de los interesados, más ganancia tendrá el municipio.