Los parquistas carrilexos reconocen que están "asfixiados" por las nuevas medidas de la Xunta sobre tallas mínimas de venta. Por eso José Luis Villanueva, acompañado de una quincena de socios de la agrupación que preside, reivindicó ayer públicamente que "es necesaria una reunión urgentísima con quien sea, la conselleira, el secretario xeral o el director. xeral Tuvieron tiempo suficiente para arreglar esto. Parece que disfrutan haciéndonos daño y humillándonos", denunció.

Villanueva dice "temer por la reacción de los parquistas si los inspectores vuelven a requisarle la mercancía por no cumplir la talla mínima. La primera vez estuve yo para mediar, pero la gente necesita comer para vivir".

Sus compañeros de oficio ratificaron esta postura recordando las afrentas que, dicen, les ha hecho la Xunta de un tiempo a esta parte. "A mi me sancionaron con 5.815 euros de multa por 15 kilos", dijo una parquista. "Yo tengo bateas y puedo vender kilos de 70 piezas sin problema, pero con la almeja no pasa lo mismo. Si quiero hacer sitio en el vivero porque el marisco ya no crece más no puedo hacerlo", añadió otro afectado.

Todos coinciden en que su actividad no es igual que la del marisqueo en bancos regulados y que, en todo caso, el marisco lo pagan ellos mismos, es suyo y beneficia al resto del mar al propagarse la semilla.

Villanueva también hizo referencia al nuevo decreto que regula las concesiones de los parques de cultivo de Carril, el 90% del total gallego. "Tal y como está incurre claramente en fraude de ley. Pero tenemos la lección bien aprendida", añade. "No nos van a dividir como hicieron con los bateeiros". Al final, unos y otros sacaron una conclusión que los lleva a reflexionar: "Este sector iba mucho mejor cuando lo gestionaba la Comandancia".