La Guardia Civil estrecha el cerco sobre la pareja de presuntos ladrones que el sábado eludió el amplio dispositivo desplegado en Sanxenxo tras una espectacular persecución que acabó con una fuga a pie cuando su coche quedó enterrado en una finca recién labrada. La pareja residía en Cambados desde hace tres semanas y se les considera sospechosos de casi una docena de robos que se sucedieron desde entonces en bares, comercios, naves industriales y viviendas de O Salnés. La operación Jaula para capturarles todavía no ha dado fruto.

El hombre buscado, identificado como M.A.S.L., es un madrileño que actúa con su pareja sentimental de forma itinerante por distintos puntos de España. Llegaron a Galicia desde Valencia en un Citroën Xsara Picasso gris junto a dos perros, que viajaban con ellos durante la persecución y que recogió la Guardia Civil en el interior del coche que abandonaron en la finca de A Tomada en Vilalonga (Sanxenxo).

En las últimas semanas se produjo una oleada de robos en localidades como Cambados y Meaño, y la Guardia Civil cree que la pareja de madrileños está detrás de muchos de ellos. Así, se da por seguro que el hombre fue quien a principios de la pasada semana robó la cartera a una mujer a las puertas de la sucursal de La Caixa de Cambados. También ha sido reconocido como la persona que entró el sábado 27 de abril en la zapatería Kalza2, de Dena (Meaño) y se hizo con un botín de unos 200 euros después de encañonar con una pistola a la dependienta. Además, se sospecha que podría estar detrás de los robos que se produjeron en varios bares de la zona, como el Novo Recuncho (Padrenda, Meaño), el D´Poces y el Cappitoné, estos dos últimos de Dena.

La Guardia Civil les vincula asimismo con robos en viviendas, y se investiga si tienen algo que ver con el denunciado a mediados de la semana pasada por una empresa de prefabricados de Meaño, donde los ladrones se hicieron con el gasoil de los camiones, herramientas e incluso una carretilla elevadora.

La pareja suele desplazarse cada cierto tiempo a un punto distinto de España donde recaban información y estudian los posibles objetivos. Posteriormente realizan los robos durante unos días o semanas y luego se mudan. En este caso estuvieron en Valencia antes de trasladarse a O Salnés. Se sabe que utilizan documentación falsa, y se cree que aunque van armados no son delincuentes excesivamente peligrosos.

La agredida

La propietaria de Kalza2, Ana Isabel Martínez, cuenta que el atraco que sufrieron ellos fue el 27 de abril, a las 10 de la mañana. La empleada del establecimiento acababa de abrir y estaba sola en el momento en el que entró el ladrón. "Le apuntó con una pistola y ella lo empujó, todavía no sabe por qué. Entonces él reaccionó golpeándola en la cabeza con la pistola y la mano", cuenta la dueña del negocio. Posteriormente, el hombre cogió el dinero de la caja -unos 200 euros del cambio- y se fue, no sin antes obligar a la mujer a permanecer tirada en el suelo.

La dependienta tuvo que acudir al médico, al sufrir un fuerte hematoma en la cabeza, aunque pudo reincorporarse al trabajo. Isabel Martínez asegura que es la primera vez que sufren un robo "aunque hurtos al despiste ya tuvimos más de uno".

Eso sí, no se plantea implantar medidas especiales de seguridad "porque si está de pasar pasará igual. Ahora les vale todo. Hasta ahora pensaba que si nos querían robar vendrían a última hora, a por la recaudación, pero incluso pueden aparecer nada más abrir. Hay que tener paciencia".

La zapatería se encuentra en la calle principal de Dena. Se trata de una carretera muy transitada, con viviendas y un supermercado al lado, y el negocio está situado enfrente del centro de salud. También enfrente de Kalza2 está D´Poces, uno de los bares donde entraron a robar a mediados del mes pasado.

Una de las responsables del establecimiento cuenta que "nos entraron de madrugada cuando estaba cerrado, y los que fueron conocían muy bien la zona, porque vinieron por detrás y sabían que hay una huerta y un patio interior. Incluso sospechamos que pueda ser alguien que venga habitualmente por aquí". Al bar entraron tras retirar el bombín de la cerradura de la puerta, sin necesidad de forzarla, y una vez dentro se hicieron con el dinero de la máquina tragaperras. "Lo hicieron limpiamente, sin romper nada", explica. El botín rondó los 1.000 euros.

Esa misma noche, el ladrón o ladrones entraron también al Cappitoné, un bar situado en la carretera general de Dena, a unos 200 metros del D´Poces. "A nosotros nos entraron sobre las 4,30 horas de la madrugada por un ventanal grande de tres hojas que tenemos en un lateral y que da a un callejón oscuro. Fue una entrada muy limpia. Quitaron la cerradura y punto. Ni tocaron el aluminio", asegura el responsable del establecimiento, Esteban Portela. Los ladrones también fueron escrupulosos dentro. "Abrieron la caja de la máquina tragaperras sin hacer daño ninguno. Nosotros llegamos sobre las 7,30 y casi ni nos damos cuenta". Se llevaron otros 1.000 euros, y no tocaron nada más. En el Novo Recuncho se llevaron otros 1.000 euros de la tragaperras, 200 de la registradora y un ordenador portátil.