El llamamiento de la asociación cultural y deportiva As Travesas de Tremoedo no cayó en saco roto. La primera edición de la Travesía do Salnés resultó todo un éxito, tanto en respecto a participantes como en la satisfacción de una experiencia que sacó a relucir el espíritu expedicionario de cerca de 280 personas.

A las ocho y media de la mañana arrancó la ruta a pie. Alrededor de un centenar de personas se atrevieron a completar los cincuenta kilómetros de recorrido. Un trazado en los que irían descubriendo los mejores parajes naturales de hasta cinco concellos de la comarca: Ribadumia, Vilanova, Meis, Cambados y Vilagarcía.

La organización dispuso de varios puntos de avituallamiento para combatir el cansancio. El hecho de que la experiencia no tenía ningún sentido competitivo, colaboró en el ánimo de todos en completar el trazado. Cierto es que no faltaron los abandonos, pero estos no supusieron ni un diez por ciento de la participación absoluta. Cada uno marcaba su propio ritmo. Algunos optaron por poner su cuerpo a prueba con una elevada cadencia de paso, mientras que otros optaban por disfrutar de la compañía, la charla y los parajes que iban descubriendo a su paso.

Los ciclistas salieron a las dos y media de la tarde. Por delante tenían 45 kilómetros repletos de atractivos. En algunos puntos se cruzaron con los senderistas y, en el intercambio de impresiones, se constató la satisfactoria experiencia en términos generales. El calor reinante obligó a reponer bebidas isotónicas y barras energéticas en algunos avituallamientos. Pero fue el balizado del recorrido lo que dio más de un quebradero de cabeza a la organización debido a la mala fe de alguno, que también la hubo. La merienda que les esperaba a los participantes en Tremoedo fue el mejor fin de fiesta a una experiencia con visos de perpetuidad.