Una treintena de agentes de la Guardia Civil, de uniforme y de paisano, muchos de ellos fuertemente armados y protegidos con chalecos antibalas, con el apoyo de un helicóptero y otros medios, "blindaron" durante buena parte de la jornada de ayer la villa de Vilalonga, en Sanxenxo, para tratar de localizar a dos supuestos delincuentes, aparentemente peligrosos, que protagonizaron una espectacular y temeraria fuga a gran velocidad que empezó en Cambados y que terminó cuando su coche quedó atascado en una finca de Vilalonga. En ese momento emprendieron una huida a pie por los montes de la zona.

Los dos individuos, un hombre y una mujer, eran objeto de una investigación desde hace tiempo por su supuesta vinculación con una oleada de robos en viviendas, en las últimas semanas, así como por el asalto a una mujer en Cambados, a la que al parecer robaron la cartera a principios de esta semana a las puertas de la sucursal de La Caixa.

Portavoces oficiales de la Guardia Civil señalaron que se trataba de identificar a los ocupantes de un Citroën Xsara por su supuesta implicación en delitos de ese tipo, pero que cuando les dieron el alto se dieron a la fuga. Los agentes persiguieron el coche desde Cambados, y parece ser que los presuntos ladrones llegaron a conducir por el carril contrario en la zona de Castrelo. Esa circunstancia motivó al parecer, que los guardias perdiesen la pista del coche, pues tuvieron que reducir la velocidad para evitar un accidente.

Los fugados habrían llegado entonces a Vilalonga, a unos seis kilómetros de distancia, y al cierre de esta edición todavía no habían sido localizados. De todos modos, parece ser que el varón ya está identificado, y que responde a las iniciales de M.A.S.L. Fuentes consultadas indican que tiene sobre 1,90 metros de altura y que es de complexión delgada. Además, cuenta con antecedentes policiales.

Golpeó a un ciclista

En su temeraria huida, el Citroën llegó a golpear un ciclista, que cayó al suelo, si bien sus lesiones no parecen revestir gravedad. Varios vecinos coincidieron en asegurar también que los delincuentes "debían de conocer muy bien la zona", no solo por los caminos por los que circularon con el coche, sino por la aparente "facilidad" con la que se escabulleron después a pie pese al impresionante operativo, con al menos una decena de coches todo terreno y otros coches patrulla, además del helicóptero. De hecho, además de recorrer los montes cercanos, la Guardia Civil interceptó todos los cruces próximos y diversos viales para estrechar el cerco sobre los perseguidos.

Por ello, los ladrones se desviaron de la carretera principal y trataron de huir con el coche por la zona de O Revel, ya en Sanxenxo, hasta enfilar el acceso rodado a una finca. Finalmente el vehículo quedó atascado en un terreno labrado, por lo que optaron por una huida a pie.

Los agentes peinaron por completo el entorno sin localizar, por el momento, a los individuos. Incluso se solicitó la presencia de un helicóptero que sobrevoló Vilalonga durante más de una hora, y escudriñó con detalle el entorno de la finca donde quedó abandonado el vehículo, sin resultado aparente. Fuentes próximas al operativo explicaron que la actuación se habría iniciado después de que un agente viese al hombre en Cambados y que le diese el alto. Se indica también que el coche utilizado no consta como robado, lo que permite disponer de una pista más para la identificación, y que la pareja escapó en compañía de un perro.

En todo caso, la pareja era investigada desde hace tiempo por su presunta relación con diversos robos y asaltos en viviendas. Uno de los municipios que más sufrió esta oleada fue Barro, con robos en numerosos bares y otros locales. Incluso en uno de ellos uno de los asaltantes llegó a realizar un disparo cuya bala se incrustó en el coche del encargado de uno de esos bares.