Beatriz Castro, la presidenta de la Asociación de Hostelería de O Grove y responsable de una empresa organizadora de eventos, la misma que contrató Empresarios Grovenses de Bens e Servicios (Emgrobes) para promover el Desembarco Pirata, se defiende de los ataques recibidos en los últimos días. Dice estar perfectamente legitimada y capacitada para desempeñar tales funciones a la vez e insiste en que la escenificación de la llegada de los corsarios es una idea suya en la que piensa "desde pequeña, cuando mis abuelos me contaban las historias de piratas en la parroquia de San Vicente".

De este modo justifica que la marca Desembarco Pirata esté registrada a su nombre y recalca, en contra de lo manifestado por algunos hosteleros, que instalar puestos de degustación gastronómica durante esa celebración no solo está justificado, sino que lo considera una medida "obligatoria", ya que en su día se consiguieron 35.000 euros de dinero público con cargo al Grupo de Acción Costeira (GAC) y a consecuencia de una convocatoria de ayudas para, entre otras cosas, proyectos que promocionen los productos locales, y los del mar en particular. Y claro, cree que eso no se consigue solo recreando la llegada de los corsarios, sino que hay que aportar algo más, desde el punto de vista de la promoción de los productos grovenses y su cocina.

Pero niega rotundamente que esto entrañe una competencia desleal, y del mismo modo que reconoce que hay hosteleros y restauradores muy críticos, incide en que hay otros "muy ilusionados" con esta segunda edición del desembarco.

"Soy presidenta de Hostelería desde hace solo unos días, pero llevo trabajando en el Desembarco Pirata más de año y medio; desde que Emgrobes contrató a mi empresa, como organizadora de eventos, para que desplegáramos alguna propuesta diferente y desestacionalizadora de la oferta turística en mayo o junio", alega Beatriz Castro.

Fue así como surgió la idea del Desembarco Pirata, "apoyada no solo por Emgrobes, sino por todos los colectivos, que al igual que los establecimiento restauradores y hoteleros que colaboran también estuvieron totalmente de acuerdo con el mercado gastronómico, el mismo que ya se celebró el año pasado y que algunos critican ahora".

De este modo dice no entender esas críticas y aclara que "el mercado gastronómico pirata está pensado para beneficiar a todo el pueblo", y cuando algunos restauradores alegan que será una competencia desleal si se organiza en el paseo marítimo y Confín, responde que "es una especie de escaparate, pensado para favorecer la llegada de clientes a los bares y restaurantes, a lo que se suma la Ronda Pirata".

Lo que quiere decir es que "los hosteleros de O Grove son los primeros que pueden instalar sus puestos en el mercado gastronómico, tanto individualmente como de forma colectiva". En las bases de adjudicación de los mismos "se establece que en segundo lugar se dará prioridad a los colectivos y asociaciones de nuestro pueblo", mientras que solo a continuación, en tercer lugar por orden de preferencia, se permitirá la instalación de puestos a cargo de bares, restaurantes o empresarios llegados de otros municipios, como se hace en todas las fiestas de este estilo".

Abundando en esto, Beatriz Castro argumenta que "los puestos del mercado gastronómico van a cerrarse a las diez de la noche, lo cual quiere decir que la gente podrá ir a cenar, de todos modos, a los restaurantes de O Grove".

Incluso apunta que "lo que deben pensar los hosteleros es que pueden aprovechar para instalarse en este mercado ambulante con un puesto en el que promocionar su establecimiento y así tratar de llevarse directamente a los clientes desde el paseo marítimo al restaurante".

Para terminar, reitera que "organizar el mercado gastronómico no es como promover otra actividad cualquiera, sino que se trata de una obligación, ya que insisto en que la subvención se consiguió para, entre otros motivos, promocionar nuestros productos".