La Policía Local no volverá a pedir el DNI ni a registrar en un listado los nombres y apellidos de los asistentes al pleno de Vilagarcía. Un día después de que ocurriese este hecho insólito en Ravella en los más de 30 años de democracia, muy criticado por toda la oposición y también por los vecinos presentes en la sesión, el gobierno ha cambiado de parecer y ayer anunció que continuará controlando el aforo del salón de plenos pero sin identificar al público, "salvo que se produjese algún incidente", apostillan desde el Ejecutivo municipal.

Así, una vez que se supere el aforo permitido, de 163 personas, "no se podrá admitir la entrada de más espectadores". Controlar la capacidad máxima de la sala obedece -argumentan desde Ravella- a "una simple razón de seguridad y porque así lo exige la ley".

El alcalde, Tomás Fole, asegura que ni él ni ningún concejal del gobierno vilagarciano dieron orden expresa a la Policía de identificar a los asistentes que ayer acudieron al pleno, que, por otra parte, sumaron la mitad del aforo permitido. Entonces, ¿de dónde parte la medida? "Lo que ocurrió fue que los agentes aplicaron el protocolo que tienen establecido para cuando alguien, incluidos concejales y trabajadores municipales, acuden a la Casa Consistorial fuera del horario habitual". Con estas palabras el gobierno intenta explicar que la Policía "siguió la rutina habitual" cuando alguien entra al Concello en horario de tarde. Esta medida se adoptó hace unos meses debido a un intento de robo en las oficinas municipales.

El ejecutivo local garantiza que "ni hubo ni habrá intención alguna de saber el nombre y apellidos ni la filiación de quienes asisten a las sesiones plenarias, lo que no es incompatible con que se adopten las necesarias medidas de seguridad que hay que tener en cuenta en cualquier recinto público".

Una de las acciones más criticadas por la oposición y por los asistentes fue el registro en un listado de todas las personas que presenciaron la sesión plenaria. El gobierno anunció ayer que esa lista será archivada por la Policía Local, "igual que se archiva la lista de quien se acerca a la Casa Consistorial fuera de la jornada habitual, o el nombre de los vecinos que llaman para advertir de un accidente o denunciar cualquier acto", apostillan desde Ravella. Al tratarse de datos personales, hay que cumplir con la Ley de Protección de Datos, por lo que "ningún otro departamento del Concello puede acceder al listado". Lo mismo ocurre con los datos registrados en Servicios Sociales o Recaudación.

Exceso de celo

"Lo que pudo ser un exceso de celo", califican desde el gobierno local, matizando que "en todo caso siempre con la mejor intención, que era garantizar la seguridad", derivó en lo que Ravella considera "una algarada capitaneada por el portavoz de Esquerda Unida, al que siguieron los demás grupo de la oposición". Fole reprocha a Fajardo que se identifique en el Parlamento sin levantar la voz ni considerarlo un ataque a sus derechos, y que en Vilagarcía se queje porque se tomen "unas mínimas medidas de seguridad". Lo acusa de haber montado "un nuevo número" al abandonar el pleno para evitar el debate sobre el balance económico de las cuentas municipales, que recuperaron la senda del superávit.