La masiva llegada de algas a determinadas playas de A Illa de Arousa ha llevado la intranquilidad al seno de la agrupación de mariscadoras, que teme que se pueda registrar una gran mortandad en la producción. No en vano, los trabajos de limpieza que se ejecutaron el pasado sábado no alcanzaron a eliminar la mayor parte del espeso manto verde que cubre, sobre todo, las playas de A Sapeira y As Aceñas.

La presidenta de las mariscadoras de A Illa, Luisa Castro, reconoce que el temor se ha asentado en el sector, porque "somos conscientes de que la mayoría de las algas se ha quedado en el fondo, justo en la zona en la que se encuentra el marisco, y de no levantarlo el mar en los próximos días, mucho nos tememos que acabará provocando mortandad en la producción".

Y es que las mariscadoras no van a poder regresar a A Sapeira y As Aceñas hasta dentro de unos quince días debido a las mareas, que imposibilitan el acceso de las mujeres a las zonas más delicadas que deben ser limpiadas.

El peligro es que esa gran cantidad de algas entre en putrefacción, lo que acabaría dejando sin oxígeno a la producción de toda la zona, que poco a poco iría muriendo. Tal y como se encuentra económicamente la Cofradía y los ingresos que están teniendo las mariscadoras, una mortandad tendría efectos devastadores para los ingresos de las mujeres, los cuales ya se han visto reducidos de forma drástica en los últimos tiempos.

"Esperamos que durante todo este tiempo haya una buena trangallada que levante las algas del fondo y las arrastre más arriba en el arenal, eso evitaría que las algas se pudriesen encima de los bancos marisqueros", explica.

La presidenta de las mariscadoras se acercó ayer hasta las zonas afectadas para ver si "existía alguna mínima posibilidad de trabajar en la limpieza esta misma semana, pero es imposible, no alcanza la marea para que podamos retirarlas correctamente".

No sería la primera vez que las mariscadoras de A Illa se encuentran con una situación similar. En la playa de Espiñeiro, hace unos años, un espeso manto verde cubrió toda la playa y acabó pudriéndose, provocando una mortandad muy elevada. Ese problema no solo significa perder la producción que está en esos momentos en la playa, sino perder las siguientes, ya que, mientras el terreno no vuelva a recuperarse, resulta imposible de regenerar la zona.

Los temporales de hace una semanas levantaron ingentes cantidades de algas del fondo del mar, las cuales acabaron siendo arrastradas la pasada semana a las playas de A Sapeira y As Aceñas por el viento del norte. De ahí que el pasado sábado, la agrupación de mariscadoras decidiese dividir a todas sus integrantes entre las playas más afectadas para proceder a su limpieza.

Las imágenes más espectaculares se vivieron en la playa de A Sapeira, donde al no poder acceder el tractor diseñado para retirar algas de las playas, las propias mariscadoras tuvieron que hacer una cadena humana para mover los cestos llenos de algas desde la cota más baja hasta fuera de la playa. En As Aceñas, la presencia de este tractor permitió que la acción fuese mucho más rápida y efectiva, pero en A Sapeira apenas se consiguió eliminar una pequeña parte del manto verde.

La ingente cantidad de algas retiradas de los arenales van a ser recogidas por tractores y destinadas al abono de tierras de cultivo antes de que se inicie su proceso de putrefacción, explica Castro.