El centro está atendido por un veterinario a tiempo completo y otro contratado a media jornada, así como por tres cuidadores-laceros, que atenderán las llamadas de los distintos ayuntamientos.

La Diputación destaca que la puesta en marcha de este servicio supone una respuesta a un problema de "seguridad vial y salubridad pública" e indica que el abandono de perros causó el año pasado 193 accidentes en carreteras de la provincia, con un balance de tres heridos graves y 34 leves.

Para cubrir el coste del servicio, los ayuntamientos aportan 30 céntimos por habitante, cubriendo el resto la Diputación hasta los 250.000 euros anuales que se estima de coste anual.

Además, la Diputación plantea que durante el periodo de exposición pública del reglamento no hubo alegaciones.