El alcalde de Vilagarcía admitió que se ve obligado a "tomar decisiones dificilísimas que no son nada gratificantes y que suponen un desgaste político", como es el caso de fijar unos precios públicos por el uso de instalaciones culturales públicas. Tomás Fole se mantuvo firme en su postura inicial, en la que trasladó al público que el reglamento ya estaba previsto para el anterior pleno, pero para abordarlo conjuntamente con la ordenanza fiscal, se pospuso a la sesión de marzo. "Ya llevamos mucho tiempo dilatando este tema", dijo el regidor, quien fue interrumpido en numerosas ocasiones por el público.

"Cultura no es zona azul"

Una de las incursiones verbales más aplaudidas fue la de un joven usuario de los locales de ensayo -habrá que pagar matrícula y una cuota mensual para usarlos-, cuando se preguntó por qué un artista tendría que pagar por exponer su talento en una sala pública. "La cultura no es una zona azul", afirmó en alusión a la pretensión inicial, ahora ya descartada, de cobrar por aparcar en el estacionamiento regulado con disco horario.

Fole, tras agradecer y respetar la intervención de Xurxo Abuín, aseguró que el reglamento y la ordenanza cultural seguían sobre la mesa y que se someterían a votación. "¡No, por favor!, se escuchaba entre el público. "Estamos en tiempo de continuar hablando. Esto es una aprobación inicial y hay un periodo de exposición de 30 días para alegar", apuntó el alcalde.