Aún no había cumplido la treintena cuando Santiago Iglesias Rey decidió darle forma a una de sus principales aficiones, el fútbol sala. Corría el año 1989 cuando, con el patrocinio de la empresa familiar, decidió crear un equipo en el que empleó una gran parte de su tiempo libre.

Su perseverancia en la idea le llevó a convencer a varios compañeros de trabajo para pasar a formar parte de aquella primera plantilla. No podían faltar su amigos Santiago Piñeiro y Andrés Ponte. Ellos y alguno más empezaron a competir en aquella liga local que se disputaba en Fontecarmoa con jornadas entre semana.

Aquellos partidos eran una manera ideal de poner fin a las intensas jornadas laborales en buena compañía, pero la implicación siguió aumentando con el paso de los años. Poco a poco se fueron captando algunos talentos fuera del ámbito de la propia empresa y el equipo fue subiendo de categoría.

Ese crecimiento suponía además una mayor exigencia en lo económico, cuestión que nunca fue impedimento gracias a la buena disposición de Automoción La Junquera. El propio Santiago Rey se puso al frente del equipo como entrenador en varias etapas consiguiendo siempre exprimir el nivel competitivo del colectivo. A Santiago Iglesias Rey se le debe en Vilagarcía la posibilidad de disfrutar de fútbol sala de excelente nivel gracias al compromiso mostrado siempre con su deporte favorito.