En 2012 también se produjeron importantes cierres por biotoxinas, pero no es menos cierto que el grado de afección parece inferior al de ejercicios anteriores. A modo de ejemplo puede decirse que en la ría de Arousa, la más productiva del mundo, 16 de sus 20 polígonos tuvieron menos días de cierre por marea roja que en 2011, lo cual significa también que, al menos en teoría, el sector dispuso de más jornadas para comercializar su producto. Aunque es una lectura muy relativa, ya que si hubo menos marea roja puede interpretarse también que existieron menos aforamientos y que, en consecuencia, entró menos alimento a la ría, por lo que pudo haberse registrado un menor crecimiento o un peor rendimiento en las viandas.

Los datos objetivos dicen que los polígonos exteriores volvieron a ser los más castigados por las biotoxinas, como es lógico, ya que es por dónde primero entran las corrientes externas cargadas de nutrientes y de células tóxicas. El polígono Grove C1 estuvo cerrado durante 116 jornadas a lo largo del pasado ejercicio, al igual que el Grove C4, mientras que el Grove C2 estuvo cerrado 120 días y el Grove C3 lo hizo en 113 jornadas.

En la ría de Vigo -donde también se redujeron los cierres- destacan los 143 días sin actividad extractiva en el polígono Cangas F, los 130 del Cangas G o las 123 jornadas de inactividad en el Cangas H. Además, estuvo prohibida la extracción del mejillón en el Cangas C durante 86 días, y fueron 91 las jornadas de prohibición en el Cangas D, 31 en el Cangas E, 13 en el Redondela A, 8 en el Redondela - y 79 jornadas sin mejillón en el Vigo A.