La actividad es frenética en los humedales de O Grove y otros espacios de interés integrados en el Complejo Intermareal Umia-O Grove-Punta Carreirón-Lagoa Bodeira.

La migración prenupcial genera una intensa actividad, y lo mismo ocurre con los rituales de apareamiento o las peleas territoriales que protagonizan especies como las fochas o el pato cuchara en Lagoa Bodeira, ya sea en el agua o entre los carrizales.

La proximidad de la primavera hace que la actual sea una de las mejores épocas del año para disfrutar del contacto con la naturaleza y de la observación de aves, si bien es cierto que en la migración prenupcial el número de individuos es menor que en la postnupcial u otoñal, pues en determinadas especies no todos los jóvenes migran hasta los lugares donde nacieron en los primeros años de vida, realizando desplazamientos mucho más cortos que las aves adultas.

En Mexilloeira

Hay que hacer una referencia especial a la actividad que se vive en Lagoa Bodeira, donde también es posible observar, en ocasiones, garzas, lavancos y otras especie de aves que disfrutan de esta importante laguna costera de agua dulce separada de la playa Mexilloeira por un no menos representativo cordón dunar.

La laguna, cabe recordar, está afectada desde hace un tiempo por la presencia de una especie vegetal invasora que puede causar daños futuros, como es el caso del helecho de agua. Pero aún así, las lluvias de los últimos meses hacen que disponga actualmente de una importante cantidad de agua y que la vegetación que la rodea se encuentre en perfectas condiciones y se convierta en el lugar idóneo de anidada para las propias fochas y los patos cuchara. Asimismo, cabe apuntar que en los últimos días la intensa actividad registrada en lugares como Lagoa Bodeira se ha hecho extensible a diferentes zonas intermareales del Complejo Umia-O Grove-Punta Carreirón, donde la bajamar ha facilitado la alimentación de no pocas especies.

Desde el cambadés Saco de Fefiñáns hasta la grovense ensenada de O Bao, pasando por la ensenada de A Toxa, Castrelo y el litoral de Meaño y Sanxenxo han sido muchos los lugares donde en los últimos días resultó especialmente llamativa la presencia de limícolas y anátidas.