Hace algo más de una década, un grupo de personas se conjuró para evitar la desaparición de las embarcaciones tradicionales, y no contentos con ello, apostó por formar a nuevos navegantes en el manejo de estos barcos. Desde aquellos días, los medios de la Escola han sido mínimos, especialmente para guarecer las embarcaciones durante el invierno sin exponerlas a la intemperie.

Ante la ausencia de un local adecuado, prometido en reiteradas ocasiones por la Diputación Provincial, siempre y cuando, el Concello cediese los terrenos, algo que hizo recientemente, la Escola se ha visto obligada a recurrir a la nave de una antigua conservera en Vilaxoán que no reúne los mínimos requisitos para acoger las dornas y otras tipologías de embarcaciones. La humedad, que se cuela por cada punto del inmueble ha comenzado a afectar a varios de los barcos y estos han comenzado a pudrirse, un contratiempo que va a incrementar los costes y el trabajo de mantenimiento de las embarcaciones.

Salvador Allo, director de la Escola de Navegación Tradicional de Dorna reconoce que "los barcos no pueden estar en el agua dulce porque, tarde o temprano acaban pudriéndose y corren serio riesgo de desaparecer". Lo que más lamenta Allo es que desde hace años tienen el compromiso de Concello y Diputación para buscar una solución. La primera de estas administraciones debía buscar el terreno, mientras que la segunda se responsabilizaba de construir el edificio. "El Concello ha cumplido con su palabra, ya que ha puesto a disposición un terreno para la construcción de la Escola y de Piragüismo, pero seguimos a la espera de la institución provincial".

La Escola de Navegación Tradicional de A Illa posee la mayor parte de las embarcaciones tradicionales de la ría de Arousa y se ha convertido en el mejor expositor de las diferentes tipologías de barcos que existieron en aguas gallegas. No en vano, desde hace años, los responsables de la Escola se han esforzado en salvar un considerable número de embarcaciones del desguace o de la quema, procediendo a su recuperación. "Otras entidades similares como Ribeira, O Grove o Portonovo, con muchas menos embarcaciones cuentan con un local digno, donde guarecer de la intemperie sus barcos y poder repararlos en invierno; pero la asociación con mayor número de barcos tiene que andar mendigando un local, y por falta de dinero, este no reúne las condiciones mínimas, ya que carecemos de luz o agua", explica Allo.

El director de la Escola insiste, "lo único que pedimos es un local digno que nos permita poder reparar y guarecer en condiciones todas las embarcaciones que poseemos".