O Grove dispone de un Museo de la Pesca y la Salazón llamado a ser una referencia turística y etnográfica primordial para Galicia. Y si los planes se cumplen, la localidad puede albergar a medio plazo el centro de interpretación de la carpintería de ribera, a ubicar en O Corgo y que hará las funciones de auditorio. Se trata, por tanto, de dos elementos esenciales que avalan la incorporación del municipio a la Red Proamare, diseñada para valorizar el patrimonio marítimo común de la comunidad autónoma gallega y el norte de Portugal.

El gobierno tripartito, que dirige el conservador Miguel Ángel Pérez García, planteó este asunto en el pleno celebrado ayer. De este modo el regidor, también responsable de Turismo, impulsó la adhesión de O Grove al protocolo de creación, funcionamiento y regulación de Proamare, una propuesta del Centro Tecnolóxico do Mar (Cetmar) al amparo del Programa de Cooperación Transfronteriza España-Portugal.

Hay que destacar que la propuesta de adhesión parte, precisamente, del Cetmar, y guarda relación con el importante Museo de la Salazón disponible en Punta Moreiras. La directora gerente del centro tecnológico asentado en Vigo remitió un escrito el día 9 al director del centro de interpretación de la pesca grovense, y en esa comunicación le propuso adherir el museo a Proamare.

En la citada misiva se explica que este proyecto transfronterizo "pretende crear una estrategia turística conjunta asentada en la valorización del patrimonio marítimo común de Galicia y el norte de Portugal", a lo que se añade que "entre otras acciones, Proamare contempla la creación de una red que permita articular la colaboración de los demás agentes implicados en este propósito, con la intención de mantener abierto un foro de trabajo que posibilite generar sinergías de impulso de las actividades ligadas al patrimonio marítimo".

En definitiva, que se trata de que el Concello de O Grove, por medio de su Museo de la Salazón, participe de lleno en una iniciativa que no solo servirá para valorizar el patrimonio, sino que aspira a convertirse en un reclamo turístico extra, con todo lo que conlleva en cuanto a diversificación y desestacionalización de la oferta.

Así se plantea en el convenio de colaboración impulsado tras haberse expuesto anoche al pleno de la corporación. Un documento en el que se aclara que "en la actualidad las áreas fronterizas de Galicia y del norte de Portugal constituyen el espacio de mayor concentración demográfica y de mayor dinámica de toda la frontera luso-española".

Es un espacio, añade el mismo documento, donde "a la proximidad geográfica se une el hecho de compartir un tronco histórico-lingüístico común y la complementariedad económica, tratándose de un escenario susceptible de general sinergías suficientes para competir en el actual contexto de creciente globalización e internacionalización de la economía".

Abundando en todo lo anterior, hay que destacar que como grandes metas de Proamare se marcan "el intercambio de conocimientos y experiencias exitosas sobre gestión del patrimonio y los recursos naturales; fomentar la participación activa de la población costera, de las zonas objeto de las actuaciones, en el proceso de valorización del patrimonio común; y conocer y difundir, con ayuda de las nuevas tecnologías, los elementos que componen el patrimonio marítimo de las zonas objeto de actuación".