La Danza de Arcos de Cobas es la única de tradición secular y ligada al mundo religioso. Se trata de un baile masculino originario de esta localidad meañesa y que ha despertado el interés y la admiración de muchos, que la consideran un tesoro etnográfico saliniense.

Carlos Alfonso Piñeiro lleva 33 años bailando la Danza de Arcos y es, desde que se constituyó, el presidente de la asociación que se creó para brindar un marco legal al colectivo. Fue él quien, junto con un grupo de jóvenes, rescató a inicios de los 80 esta danza que estaba desaparecida tras un lustro de haber dejado de bailarse. El que fuera en su día abuelo centenario de Cobas, José Pazos Naveiro, fue la persona clave para recuperar y trasmitir el legado a las nuevas generaciones ávidas de conocer el baile que durante siglos había sido santo y seña de Cobas en el exterior.

- ¿Cuál es el origen de la Danza de Arcos de Cobas?

- Es desconocido, pero muy antiguo. Algunos autores la sitúan en el siglo XV o XVI. Se trata de una danza vinculada al ámbito religioso, sobre todo a las procesiones, y que es bailada por hombres. La bailan cuatro parejas que siguen las órdenes de una novena persona que dirige el grupo a modo de director. Es única y responde a una tradición propia de Cobas.

- ¿Nunca la bailaron entonces mujeres?

- En origen es una danza masculina, quizá debido a que hace siglos el papel de la mujer en la iglesia y en las procesiones era menor. Hoy la bailamos solo hombres porque quisimos conservar la tradición. Sólo la bailaron algunas mujeres a inicios de los años 70 porque de aquella no había hombres que quisieran hacerlo.

- ¿Cómo es el traje de un danzante de Arcos?

- Empezando por abajo: zapatos negros de suela, calcetines blancos, pantalón y camisa de lino, todo ello blanco; faja, paño de alfombra cruzado sobre el hombro, sombrero de paja con cintas colgado a la espalda, castañuelas y arco.

- Esta danza estuvo desaparecida un tiempo, incluso a punto estuvo de perderse ¿no?

- Sí, hacia 1975 dejó de bailarse. Fue a inicios de los 80 cuando un grupo de jóvenes de la parroquia nos propusimos recuperarla. Teníamos de aquella la mayoría 18 o 20 años. Y la persona clave para todo ello fue José Pazos Naveiro, fallecido hace ya años y que de aquella contaba ya 80, si bien él vivió más de 100. Este vecino era entonces la única persona viva que bailara la danza, que sabía exactamente como era y que, por tanto, podía trasmitirla. Y así fue como empezamos a ensayar ocho personas en la era de su casa. Recuerdo que era un hombre metódico y muy serio que insistía en repetir cada movimiento cuando no salía y nos decía siempre: "Hai que facelo ben, porque si non mellor non facelo".

- ¿Cuánto tiempo estuvieron ensayando hasta reaparecer?

- Un par de meses, si bien luego hubo que buscar el material y ropa. Pudimos saber como era el traje con exactitud porque José Pazos Naveiro conservaba uno de cuando bailaba. Lo más complicado fue encontrar los paños de alfombra que bajan del hombro a modo de banda por delante del pecho. Para hacernos con los primeros tuvimos que ir a Portugal. Más tarde, preguntando aquí y allí, dimos con un almacén de Santiago que nos los consiguió en Extremadura.

- ¿Y la primera actuación de esa reaparición?

- Fue en el San Benito de verano de Cambados.

- De hecho se vincula mucho a los Danzantes de Arcos con Cambados.

- Sí, porque era una tradición en Cambados. Yo conservo extractos de libros de 1904 o del propio Vicente Risco en 1962 que nos identifican con Cambados. Incluso una pintura cuya imagen me han hecho llegar y que data de los años 20 muestra la plaza de Fefiñáns llena de gente un día de fiesta, con el dueño de pazo con sombrero de copa y los danzantes de Arcos actuando en plena plaza. Pero no, esta es una danza propia y exclusiva de Cobas.

- ¿Tienen muchas actuaciones?

- Actuamos sobre todo en verano y tenemos todos los fines de semana completos. Hay veces hemos hecho hasta cuatro actuaciones en un día.

- ¿Y donde actúan?

- Sobre todo en procesiones, si bien también nos llaman para festivales folclóricos, incluso para alguna boda, cofradía, aniversario... Casi siempre en la comarca donde mantenemos la tradición secular de Cambados: allí actuamos todos los años en el San Benito de verano, en San Roque, La Pastora, La Balvanera, el Carmen, la fiesta del Albariño? A veces, aunque incorporamos siempre algo de coreografía nueva sobre la base que es fija, me pregunto si no estarán cansados de vernos, pero la gente nos dice que una fiesta o una procesión en Cambados sin la Danza de Arcos no es fiesta o procesión. Y nosotros encantados con que la gente disfrute.

- ¿Nunca actuaron en el exterior?

- No. Hemos grabado hace poco una actuación para un canal internacional de la TVG y el año pasado en el Albariño un alcalde riojano se quedó prendado y nos quiso llevar a un festival en La Rioja, pero era muy encima y no podíamos ir por problemas de agenda. Sí quedamos emplazados para ir durante el verano de 2013.

- Ustedes llevan ya 20 ó 30 años bailando esta danza. ¿Se interesan por ella las nuevas generaciones? En otras palabras ¿está asegurado el relevo generacional para el futuro?

-En principio sí, no en vano en este momento tenemos en el grupo a cinco miembros que tienen menos de 25 años.

-¿Y qué proyectos tienen en mente para conservar esta joya etnográfica propia de la comarca de O Salnés?

- Lo que más nos gustaría sería tener una filmografía que, además de escaparate, sirviera para garantizar el legado de esta danza a generaciones futuras si, por alguna circunstancia, se perdiese. A nosotros el legado nos llegó de forma oral gracias a José Pazos, pero a punto estuvo de haberse perdido, cuando se interrumpio en los setenta el baile. Una filmografía completa de nuestras actuaciones evitaría esto, podría hacer que la danza, aunque dejara de bailarse, se recuperara en cualquier momento.

- Suponemos que una danza así tiene algún tipo de financiación pública ¿Qué peticiones le formularía a la administración en estos momentos?

-Contamos con alguna subvención del concello y la Diputación de Pontevedra, luego el dinero que ganamos por cada una de las actuaciones, pero todo se nos va en material y en renovar el vestuario que es bastante caro y que tenemos que hacer casi todos los años. ¿Qué pediríamos? Sobre todo ayuda para promocionar la danza en el exterior y dar así a conocer algo que es único.

Y también necesitamos un local de ensayo en condiciones porque en el que tenemos no podemos usar las castañuelas dado la reverberación que produce.

- Si una persona quiere aprender la Danza de Arcos?

- No tiene más que ponerse con contacto con nosotros. Comenzamos los ensayos tras el invierno para preparar la temporada de verano. Es fácil y con algo de interés se aprende en cuatro o cinco sesiones. Nosotros encantados en darla a conocer a cuanta más personas mejor. entre todos tenemos que procurar que se conserve esta tradición, con unas peculiaridades muy concretas.