No es fácil que los cinco partidos políticos que integran la corporación de Vilagarcía se pongan de acuerdo en un asunto, pero ayer ocurrió. Derecha e izquierda aprobaron una moción conjunta en apoyo a las trabajadoras de Cuca, que llevan un mes luchando porque la empresa Garavilla dé marcha atrás en su proyecto de cerrar la planta de Vilaxoán y trasladar a las trabajadoras a O Grove.

Más de un centenar de empleadas de Conservas Cuca atestaron el salón de plenos de Ravella desde minutos antes de las cinco de la tarde para asistir al pleno, en el que iban a debatirse dos mociones sobre su empresa, presentadas por el BNG y el PSOE. Pero los demás partidos, PP, IVIL -integrado en el gobierno municipal- y EU entendieron que el problema de Cuca sobrepasa las fronteras de los colores políticos y se inició una rápida ronda de contactos para llegar a una moción que pudiesen suscribir todos.

Además, se acordó abordar el asunto ya en las primeras fases del pleno, en vez de dejarlo para los puntos 12 y 13, como figuraba en la orden del día de la sesión firmada por el alcalde. Las trabajadoras y sus representantes sindicales escucharon las declaraciones de los diferentes portavoces, en las que todos aludían a la importancia que tiene el mantenimiento de Cuca en Vilagarcía, ya que se trata de un motor económico del que también viven muchas empresas y autónomos auxiliares. Tras cada intervención, las trabajadoras aplaudían. Un aplauso que se hizo estruendoso cuando tocó votar la moción conjunta y todos los concejales levantaron la mano afirmativamente.

En el acuerdo, la corporación municipal de Vilagarcía se posiciona a favor del mantenimiento de Conservas Cuca en Vilaxoán y pide una moratoria de tres meses para estudiar la viabilidad de esta planta en Vilaxoán. Para uno de los representantes sindicales de la plantilla, Francisco Vilar, de CC OO, la unidad mostrada en este asunto por los cinco partidos políticos "ha sido un ejemplo de como hacer las cosas".

Garavilla pretende cerrar Cuca y que parte de su plantilla se reincorpore al trabajo el 7 de enero -estos días están de vacaciones de Navidad- ya en O Grove, donde el grupo vasco tiene la fábrica de Conservas Isabel. Alegan que para que la factoría de Cuca fuese viable tendría que producir mucho más, y que eso es imposible en las instalaciones actuales. En cuanto al resto de la plantilla -unas 70 personas- irían al paro mientras se completa el traslado, durante un periodo máximo de seis meses.

Pero los sindicatos y las trabajadoras de Cuca están convencidos de que la factoría de Vilaxoán sí es viable, y creen que lo sucedido ayer por la tarde en el pleno debería servir para algo. "El respaldo unánime de la corporación municipal tiene que hacer recapacitar a Garavilla".