Las ganadoras absolutas de la Gran cata final de la Festa da Caña do País, de Valga, fueron mujeres. En la categoría de caña blanca Lorena Blanco Mos resultó triunfadora, obteniendo también el premio en caña tostada. En la categoría caña de hierbas, la ganadora fue: Tamara Cerneira Carballeda, de Cordeiro.

Para rematar el evento de la XXII Mostra de Caña do País, ayer pudo disfrutarse de una jornada que empezó a las 10.30 horas, con la demostración del destilado de aguardiente tanto en pota, típico de los "cañeiros" de Valga, como en alquitara, a la manera de los "requicheiros" de Portomarín.

Tras la inauguración de los stands, donde se expusieron productos de Valga, actuó el grupo Algueirada de Pontecesures, luego se realizó el taller de injertos en vid, impartido por Jesús Paz Parracho, técnico especialista en Viticultura.

A partir de las 12 horas, hubo otra demostración de destilado de aguardiente, esta vez de hierbas y de tostada. Y después la Banda de música municipal de Valga actuó en pasacalles. A continuación fue el pregón, este año a cargo del presidente-fundador de la empresa Extrugasa, Andrés Quintá. Y más tarde, la entrega de premios de los ganadores de Caña do País y de Pintura infantil, y una degustación de cócteles de caña.

Tras esto, la Banda de música municipal volvió a actuar, esta vez en el Parque Irmáns Dios Mosquera. Y luego pudo disfrutarse de la comida campestre. Ya a las 17 horas la fiesta de la espuma, degustaciones de las cañas ganadoras y más tarde las actuaciones de: grupo Asociación Cultural Xarandeira, desfile y recreación de la victoria sobre los franceses en 1808, actuación del mago Marco, el ballet musical Broadway, degustación de rosquillas de caña y queimada popular y el concierto Big Band de Jazz.

El pregón de la fiesta lo pronunció el empresario Andrés Quintá

El propietario del Grupo Quintá, cuya máxima empresa es Extrugasa, fue el pregonero de la fiesta de la caña.

En su discurso habló sobre el principio de esta celebración en el año 1991, para luego adentrarse un poco en la historia del aguardiente, pasando por su considerado inventor: Arnau de Vilanova, "médico de Reyes y Papas", que perfeccionó las técnicas heredadas de los árabes para destilar con alquitara y alambique.

En 1886, el empresario Pons i Vilar solicitó permiso en Valga para instalar una fábrica de licores y aguardientes, y en septiembre de 1904 daba de alta su destilería La Galaica.

Finalmente propone hacer una cooperativa de destileros artesanales.