La solarigrafía es una técnica consistente en colocar un papel fotográfico en el interior de un espacio tubular con un pequeño agujero por el que penetre la luz del sol y dejarlo expuesto así desde el solsticio de invierno hasta el de verano (seis meses). El inventor de esta técnica es el soriano Diego López Calvín que, junto a sus compañeros polacos Slavo Decyk y Pawel Kula, iniciaron en 2000 el proyecto Solaris. Esta fue la semilla del trabajo que ahora Calvín expone en el puerto de Vilaxoán dentro de la programación del Proxecta 2012.

€¿Es la solarigrafía una vuelta a los orígenes de la fotografía?

€Sí, se basa en parte de sus inicios. El negativo directo sobre papel, los tiempos de Fox Talbot. Hace una vuelta atrás y lo mezcla con técnicas del siglo XXI, como el escaneo y la digitalización. A base de dar charlas y talleres hemos ido dando visibilidad al proyecto. Ahora es una técnica practicada en muchas partes del mundo.

€¿Todavía queda mucho por evolucionar?

€Tenemos que perfeccionar la técnica. Conseguir resultados más homogéneos. Cada imagen tarda seis meses o un año en conseguirse, así que es un proceso no tan rápido como en otros campos de la fotografía. Podremos conseguir resultados iguales pero con más calidad y mayor nitidez. Con más base conseguiremos más control.

€ ¿Juega el azar un papel importante en esta técnica?

€Sí, el resultado tiene que ver con el azar. En esos seis meses que tarda en madurar el papel pueden ocurrir muchas cosas. Cambios inesperados de temperatura, que un pájaro tire la cámara, que la roben, las condiciones atmosféricas.

€¿Es una técnica que está teniendo una buena acogida?

€Ya se han realizado solarigrafías en más de 100 países. La espinita que tengo clavada es que se han hecho muy pocas en África. Supongo que tienen cosas más importantes que hacer que ponerse a sacar fotos. La iniciativa nació con internet. Conseguimos una técnica peculiar, básica y sencilla, abierta y cada vez es más conocida.

€¿Qué quieren enseñar a la gente con las solarigrafías?

€Queremos contribuir a que la gente se haga una idea de cómo funciona la fotografía. Hacerles un poco más felices al comprender su entorno y sacarle jugo. Que conozca por donde se mueve el sol.

€¿Podrían haberse hecho este tipo de fotografías hace 500 años?

€Probablemente Da Vinci si tuviera papel fotográfico pudiera haberlo hecho. Es un anhelo que tiene el hombre desde que vio las imágenes penetrar con los rayos del sol en las cuevas. Ha sido una carrera impresionante hasta conseguir imágenes en papel. Pasó mucho tiempo hasta que se descubrió cómo fijar una imagen. Probablemente hubieran observado imágenes, pero no sabrían conservarlas.

€Sus imágenes tiene algo de espectral.

€Alguien comparó las solarigrafías como una mezcla de una radiografía y un cuadro de Friedrich. La fotografía en sí es un misterio. Pero esta además es muy directa. La luz toca directamente la superficie del papel. Añade magia al proceso. Los fotones viajan desde el sol y se pegan en la foto, que no distorsionada más que por la atmósfera y el espacio. No hay lente ni nada que se interponga entre la superficie del sol y el papel. Es como una foto sin condón, a pelo, pura.

€¿Qué lugares le quedan por captar después de 12 años con este proyecto?

€El Polo Norte, o el Sur. Son lugares muy interesantes. También me gustaría salir fuera, al espacio exterior. El problema sería traer la cámara de vuelta. Pero no descarto la posibilidad. Habrá que esperar a que el sistema evolucione y despierte la curiosidad a alguien que pueda hacerlo. Desde otro planeta, con otro giro. En la Tierra giramos a una velocidad endiablada. No somos conscientes salvo cuando sale o se pone el sol.

€¿Se considera obsesionado por la luz?

€-Sí. Los fotógrafos estamos arrebatados por la imagen, lo que llega a nuestra mirada. La fotografía al fin y al cabo no es como el ordenador, que da una respuesta. Al contrario, te hace preguntarte cosas.

€¿Qué opinión tiene del Festiva Proxecta de Vilagarcía?

€-Lo sigo personalmente desde hace tres años, aunque no pude acercarme hasta este año. Tengo amigos que ya han pasado por el festival. A día de hoy es una referencia fotografía en Galicia. Reconozco que estoy enamorado de José Luiz Oubiña y Miguel Riopa (organizadores) y también de Vilagarcía. Ojalá se pueda seguir haciendo muchos años. A mi me llega mucho ´feedback´, ideas nuevas que sirven para mejorar.

"¿Galicia? Quiero seguir en contacto con el fin del mundo"

€¿Cómo surgió la idea de las solarigrafías?

€Cuando trabajé en la película ´Lucía y el Sexo´ , el director, Julio Médem, me dijo "Diego, tienes que fotografiar el sol, es un personaje más de la película". Y a partir de ahí me documenté. Posteriormente contacté con mis dos colegas polacos. Nos inspiramos en la película Solaris de Tarkovsky. El primer trabajo se centró en un paseo por la ´zona´ al estilo de ´Stalker´ (otro film de Tarkovsky). Visitamos una factoría arrasada por los aliados en la Segunda Guerra Mundial.

€¿Qué le ha aportado trabajar en el cine?

€Es parte de mi trabajo como fotógrafo en escena. Todo te aporta. Es algo muy estimulante. Trabajé con Almodóvar, Médem, Cuerda. En el cine juegas con la libertad que te da la luz del escenario en una película, el poder construir una narración visual. Fotografía y cine son dos mundos que se complementan.

€¿Cuáles son sus películas favoritas por su fotografía?

€Apocalypse Now, las de Kubrick, donde la narración va de la mano de la fotografía de forma más explícita. En cada película hay una intención. Admito que no soy muy cinéfilo. Ahora estoy viendo documentales de una belleza extrema, aunque no muy conocidos, realizados por Artavazd Pelechian.

€Entre sus proyectos en mente, ¿está el de retratar la ría de Arousa?

€Claro que sí. Me gustaría seguir en contacto con el sol del fin del mundo. Me pone mogollón. Ahora viajaré a Finlandia con mis compañeros para inaugurar una exposición en Helsinki. Espero brindar con ellos con vodka por nuestro trabajo. Después tengo proyectadas otras dos exposiciones, una en Siria y otra en los Emiratos Árabes. Pero es pronto para hablar de ellas.