Eran poco más de las 16,00 horas cuando se dio la salida a una de las pruebas de navegación tradicional más peculiares de cuantas se disputan en la ría de Arousa: la de O Bao en A Illa. Los tripulantes de las 35 dornas se precipitaron a sus respectivas embarcaciones mientras la lluvia arreciaba, ya que el secreto de esta regata reside en aparejar cuanto antes la dorna y enfilar el triángulo que deben realizar.

Sin embargo, la de ayer no fue una regata sencilla, ya que además de la persistente lluvia, que solo disminuyó su intensidad durante algunos instantes, la ausencia de viento también se hizo notar.

Este hecho convirtió la regata en una lucha técnica para aprovechar los escasos tres nudos que se llegaron a registrar como punta máxima de velocidad del viento.

Un ejemplo de las dificultades que atravesaron las embarcaciones para cubrir el recorrido fue cuando todas enfilaban la boya de barlovento navegando en bulina; todas se vieron obligadas a realizar un mínimo de diez cambios.

Precisamente en esa lucha por llegar a esa boya fue donde estuvo la clave de la regata, ya que la flota se dividió buscando la estrategia más correcta para llegar a la meta.

A quien le salió mejor esa estrategia fue a la embarcación "Fuxe", perteneciente a Amigos da Dorna Meca, que fue la primera en cruzar la línea de llegada tripulada por Brais y Manolo Parada.

La segunda en llegar a la playa de O Bao fue la Xarandeira, perteneciente a la asociación "Fasquía" de A Illa y tripulada por Odilo y Santi Mougán. Otra embarcación de O Grove, la "Faísca" consiguió la tercera plaza, mientras que la cuarta fue para "Nécora", de Braulio y Manolo Carterola, que cruzaron la línea de llegada antes de la "Pelijata", en la que participaban Pichón y Urraca.

El resto de las dornas fueron llegando a la línea de meta muy lentamente debido a la escasez de viento, pero con un elemento común: sus tripulantes totalmente empapados por la lluvia que apenas les abandonó durante la disputa de la prueba.

Carencia de instalaciones

La lluvia también fue un invitado de piedra en la ceremonia de entrega de premios, en la que además de los 70 participantes también se concentraron un importante número de personas que siguieron la prueba desde tierra. Eso les obligó a refugiarse a todos en el interior de la pequeña nave que tiene la Escola de Navegación Tradicional en O Bao, insuficiente a todas luces para albergar este tipo de actos. Precisamente, el director de la Escola, Salvador Allo, lamentaba ayer la situación en la que se encuentra la sede de la entidad, totalmente olvidada por parte de las administraciones competentes y "carente de un lugar en condiciones para celebrar este tipo de actos, que más que un evento deportivo, son también culturales".

Insiste Allo en que "todos echamos en falta la implicación de las administraciones en la recuperación de las embarcaciones tradicionales, lo que nos obliga a contar con unas instalaciones tercermundistas, una auténtica pena porque la navegación tradicional se ha convertido en uno de los escaparates que Galicia ofrece a otros puntos de Europa", algo que pudo verse recientemente en el viaje que integrantes de la Federación Galega pola Cultura Marítima e Fluvial realizaron a la concentración de barcos celebrada en la localidad francesa de Brest.

La regata de O Bao es una de las más importantes de cuantas se celebran en la ría de Arousa, junto a la Volta a A Illa. Esta última fue la primera prueba que se celebró.