Muchos habitantes de la ciudad cordobesa de Puente Genil sabrán desde ayer situar perfectamente en el mapa a Vilanova de Arousa. Porque el primer premio y el especial del sorteo de la Lotería Nacional celebrado ayer en la localidad salinense fueron a parar a este pueblo andaluz de 31.500 habitantes. El 74.281 fue el número agraciado con el primer premio de 600.000 euros a la serie, mientras que la serie décima y la fracción décima de este mismo número tiene un premio especial de tres millones de euros. El segundo premio, de 120.000 euros a la serie, recayó en el 21.023 y se vendió en Badajoz y Degueste (Tenerife).

El de ayer fue un día muy especial en Vilanova. Loterías del Estado celebra cada año doce sorteos de la Lotería Nacional fuera de su sede en Madrid. Normalmente, lo hace en grandes ciudades y capitales de provincia, pero Vilanova solicitó el año pasado acoger uno de ellos, y el sueño se hizo ayer realidad.

Unas 400 personas acudieron al pabellón municipal para presenciar en directo el evento. El alcalde, Gonzalo Durán, y la dueña de la administración de loterías de la villa, Isabel Castellón, ejercieron de anfitriones, acompañando al presidente de Loterías, José Miguel Martínez Martínez. Vilanova y el resto de O Salnés se volcaron con el sorteo, hasta el extremo de que en esta ocasión se vendieron en la administración de loterías hasta quince veces más décimos que para uno normal, según los datos facilitados por Martínez. Isabel Castellón lo refrenda. "Agoté la lotería esta mañana (contaba poco antes de que los bombos empezasen a girar), pero tuve que pedir tres veces que me mandasen más". Aunque no toda la lotería se quedó en Vilanova y O Salnés. "También mandé bastante para fuera, para los coleccionistas".

Y es que las ventas se dispararon en la administración vilanovesa. Hubo bares y furanchos de la zona que se llevaron billetes enteros; la asociación de comerciantes Vilanova Centro compró 20 décimos para sortearlos entre sus clientes; muchos vecinos adquirieron alguna para regalar, con la excusa de que en el décimo aparecía una ilustración con la silueta de Ramón María del Valle Inclán; y quien más quien menos compró más que en otras ocasiones.

"Jugamos un décimo todas las semanas, pero esta es una ocasión especial y compramos seis", cuenta Jaime Nine Oubiña, que ayer iba a presenciar por primera vez en vivo y en directo un sorteo de la Lotería Nacional. Las hermanas Cristina y Beatriz Piñeiro, sentadas también en el centro del pabellón, contaban a su vez que "nosotras no acostumbramos a jugar, pero en esta ocasión cogimos tres décimos".

Pero también había entre el público quien simplemente iba a curiosear. Es el caso de Manuel Barreiro, que se enteró del sorteo ayer mismo por la mañana. "Ya no fui a comprar porque suelen devolverla el viernes por la noche". Aún así no quiso perderse la oportunidad de ver en persona la estudiada y meticulosa ceremonia que rodea al sorteo. "Lo vi muchas veces por televisión, pero en persona nunca, y quería saber como es la sensación".

También fue un día muy especial para ocho alumnos del colegio Julio Camba, que se encargaron de ayudar sobre el escenario a los del colegio de San Ildefonso. Los vilanoveses lucían camisa blanca y pantalón vaquero, y su misión consistía en sostener los cartones con los números que salían de los bombos y que los niños de San Ildefonso (vestidos con uniforme escolar) cantaban antes. Mientras, otro joven vilanovés recorría el auditorio con el mando, para que las personas del público fuesen parando el bombo. Gimena Blanco, por ejemplo, cuenta que la idea de participar en el evento fue de su abuelo, y que la experiencia le ha encantado. Mientras, Lucía Santiago, una niña de 11 años del colegio de San Ildefonso, destacó de Galicia su clima. "Me parece muy relajante".

Al final del sorteo se comunicó asimismo que una parte de la recaudación irá a beneficio de la agrupación vilanovesa de Cáritas para el desarrollo de su actividad benéfica. Por el momento Loterías no tiene ninguna petición más de la provincia de Pontevedra para acoger el sorteo.