La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras ha dado el paso que anunciaba el domingo pasado. Ayer publicó en el Diario Oficial de Galicia (DOG) los planes de recuperación o conservación del galápago europeo (Emys orbicularis), escribano palustre (Emberiza schoeniclus subsp. lusitanicua Steinbacher) y chorlitejo patinegro o "píllara das dunas" (Charadrius alexandrinus).

A partir de ahora los ecologistas, Ayuntamientos, empresarios y ciudadanos en general tienen un mes de plazo para presentar las alegaciones que estimen oportunas ante las medidas –algunas de carácter restrictivo– que se incorporan en el plan de conservación del chorlitejo o en los planes de recuperación del galápago europeo y del escribano palustre.

De este modo se intenta "garantizar la conservación de las especies que viven en estado silvestre en el territorio gallego y de sus hábitats, así como establecer medidas que preserven, mantengan y restablezcan sus poblaciones naturales", indican en la Xunta.

Los tres programas se acompañan de informes sobre el estado de las respectivas poblaciones, recomendaciones científicas de conservación y alusiones a las figuras de protección que pesan sobre tales especies.

También se incorpora un programa de actuaciones, que en el caso del galápago europeo o tortuga común plantea medidas para evitar la creciente destrucción de sus hábitats a causa de la introducción de especies invasoras y la contaminación.

Corrubedo

La Xunta plantea acciones para la recuperación de la tortuga, especialmente en las cuencas de los ríos Arnoia, Avia y Louro (Concellos de Allariz, Ribadavia, O Porriño, Tui y Salceda de Caselas, entre otros) y en el Parque Natural de Corrubedo e Lagoas de Carregal e Vixán (Ribeira), todas ellas consideradas "Áreas de Presencia" en la actualidad y, con este plan, "Áreas Prioritarias de Conservación".

Se hará empezando por promover el traslado a centros de recuperación de la fauna salvaje, en el caso de los galápagos que fueron capturados para convertirlos en mascotas.

Ejemplares cautivos

Del mismo modo, la Consellería relata algunas medidas para la reintroducción de tortugas cautivas en el medio natural y establece medidas de conservación y mejora del hábitat, tales como la recuperación de excavaciones mineras (canteras) abandonadas en las que se aprecie su presencia, la recuperación de zonas húmedas degradadas o la reforestación en las "Áreas de Presencia" de la especie.

Paralelamente se defienden actuaciones de eliminación de vertidos, un seguimiento de la especie y la creación de una línea de investigación y de un fondo documental, sin dejar de lado la ejecución de campañas de divulgación y concienciación ambiental, en colaboración con organizaciones no gubernamentales, comunidades de montes, Ayuntamientos y otros estamentos.

Protección nacional e internacional

El galápago europeo está catalogado como "estrictamente protegido" en el Convenio de Berna (1979) de "Conservación de la Vida Silvestre y del Medio Natural de Europa".

Aparece también en las directrices europeas entre las "especies animales y vegetales de interés comunitario para cuya conservación es necesario designar Zonas Especiales de Conservación" y entre las "especies animales y vegetales de interés comunitario que requieren una protección estricta".

Las figuras de protección son semejantes a nivel nacional e incluso autonómico, donde el galápago está catalogado como "especie en peligro de extinción". Ocurre exactamente lo mismo con el escribano palustre, mientras que el chorlitejo patinegro figura en Galicia con la categoría de "vulnerable", de ahí que este último en lugar de un plan de "recuperación", como en los dos caos anteriores, vaya a acogerse a un plan de "conservación".

Los convenios internacionales incluso hacen especial hincapié en que los lugares de reproducción y estancia habitual del galápago y el escribano palustre deben ser protegidos por las Administraciones públicas, como es el caso.

El objetivo con el ave del litoral es lograr al menos 250 parejas reproductoras

En el año 2008 se censaron 81 parejas de chorlitejo patinegro en una veintena de playas gallegas, de las cuales una se sitúa en Lugo, 16 en la provincia de A Coruña y tres en la de Pontevedra. Esta circunstancia, unida a la creciente amenaza que suponen el urbanismo, las actividades deportivas en las playas, el uso de maquinaria para limpiar la arena y otros aspectos que destruyen los nidos de esta ave, han llevado a la Xunta a adoptar medidas. El primer paso es aplicar el plan de conservación del chorlitejo, también conocido como "píllara das dunas". En el documento que ayer se publicó en el Diario Oficial de Galicia para abrir un periodo de un mes de exposición pública, se incorporan diversas medidas tendentes tanto a proteger a este pájaro como a las playas en las que suele habitar. De este modo se trata de conseguir una población mínima de 250 parejas reproductoras, pero también de proteger las áreas de cría e invernada, así como incrementar el éxito reproductivo.

Este plan, advierten en la Xunta, "vincula tanto a particulares como a las Administraciones", y en cualquier caso debe ser entendido "como un instrumento dinámico".

Entre las múltiples medidas a ejecutar con este plan cabe citar que van a señalizarse zonas de playa en las que se prohibirá el paso y la práctica de actividades deportivas.

Solo 56 machos de un ave en peligro de extinción en los humedales gallegos

Las poblaciones de escribano palustre en Galicia se limitan a una docena de humedales costeros de las provincias de A Coruña y Pontevedra. Así lo refleja la Consellería de Medio Ambiente en su plan de recuperación de esta especie, donde se apunta que en la actualidad existen registrados 56 machos en la comunidad. La destrucción del hábitat en el que habita este pequeño pájaro es su principal amenaza, como los son el uso de insecticidas, el cambio de usos y costumbres agrícolas y aspectos similares. Dado que es una especie en peligro de extinción se proponen una serie de medidas exigentes con la finalidad de alcanzar la recuperación de la especie y limitar su riesgo de extinción en un horizonte de 50 años. La intención de la Administración es, cuando menos, duplicar el número de ejemplares maduros, así como fomentar la colonización de humedales de reproducción perdidos con el tiempo, mantener en buen estado de conservación los humedales, crear un fondo documental de apoyo a la gestión e investigación de la especie e informar a los ciudadanos sobre los problemas que acechan al ave. Se cree que está presente en los carrizales del Ulla, estuario del Miño y Corrubedo, entre otros lugares. En ellos va a limitarse la construcción de carreteras, caminos y cualquier otra infraestructura que afecte a la especie.