Los trabajadores de la Fundación Feiras e Exposicións para o Desenvolvemento de Galicia (Fexdega) responsabilizan de los malos resultados y de la pérdida de eventos de los últimos dos años al antiguo gerente del recinto, Juan Luis Callón. Los empleados del recinto ferial de Vilagarcía reclaman al alcalde y al presidente de la Cámara de Comercio que luchen por la recuperación de la actividad en A Maroma y que no permitan que se extinga una fundación que, especialmente en el actual contexto de crisis, creen debería funcionar "como motor de los sectores productivos" de la comarca.

Tres de los trabajadores de Fexdega comparecieron ayer públicamente para explicar, acompañados de una portavoz de la CIG, la situación a la que, en su opinión, les ha llevado la "dejadez" de Callón. "Fexdega nunca tuvo superávit, pero los malos resultados económicos deberían recuperarse incentivando la actividad y haciendo más ferias y eventos, no dejándolos morir como se ha hecho", aseveran.

Galinfancia, la exposición canina o la del mueble portugués son algunos de los eventos que se han "dejado caer" en el recinto ferial vilagarciano. "Existen políticos que son responsables de que el funcionamiento de Fexdega no haya sido el adecuado", asevera Rosa Abuín, convencida de que en ningún caso pueden ser los trabajadores los que paguen con sus puestos las consecuencias de la "desastrosa" gestión.

En los últimos días los empleados se han puesto en contacto con miembros del PSOE y del BNG locales, y próximamente esperan hacer lo mismo con Esquerda Unida y con Independientes por Vilagarcía. Su pretensión es conseguir que los grupos se opongan en pleno a cualquier reformulación de la actividad de Fexdega planteada por el gobierno local que no pase por mantener los cuatro puestos de trabajo vinculados a la fundación. Algo a lo que ya se han comprometido socialistas y nacionalistas.

Tanto los trabajadores del recinto ferial como la CIG ven con buenos ojos que se rentabilicen las instalaciones de A Maroma, e incluso que se realicen en él actividades de carácter deportivo o cultural, tal y como pretende el Ayuntamiento. Algo que, recuerdan, ya se venía haciendo. No obstante, están convencidos de que no debe permitirse que Fexdega pierda el carácter que tuvo desde su creación.

Rosa Abuín es tajante al afirmar que la Xunta de Galicia "está siguiendo una política contraria a los intereses de Vilagarcía; y Tomás Fole o no lo ve o le está haciendo el juego".

La portavoz de la CIG entiende que no es casualidad que el que en los últimos años ocupó la gerencia del recinto de A Maroma sea hoy el número dos del Partido Popular en O Grove. En ese sentido, Abuín deja sobre la mesa la posibilidad de que la extinción de la actividad ferial en Vilagarcía estuviese en la mente de los políticos conservadores desde hace tiempo.

El sindicato nacionalista entiende que al alcalde la toca "pelear" para que Fexdega continúe actuando como motor de la economía local y comarcal, "especialmente en el actual momento de crisis".

Rosa Abuín ha hecho un llamamiento para que tanto Tomás Fole como el presidente de la Cámara de Comercio, Carlos Oubiña, velen por los intereses de los sectores productivos locales y defiendan la continuidad de unos eventos que interesan tanto a la hostelería como al comercio y a la industria de la zona.

"Tengo que criticar la actitud de Oubiña, que avala la política de la Consellería en lugar de defender los intereses de sus asociados", asevera la portavoz de la CIG, que tampoco pasa por alto que "el alcalde no dice nada y quiere convertir el recinto en un pabellón de deportes porque así lo quiere la Xunta".

El futuro del recinto ferial vilagarciano pasa, según sus trabajadores, por una cuestión de "voluntad política". En ese sentido, recuerdan que el pabellón de Silleda cuenta con "cuarenta empleados que se encargan de organizar cinco ferias al año. Y de eso no se dice nada". En ese sentido, temen que la Xunta pueda estar primando los intereses de unos recintos en detrimentos de los de otros.

Rosa Abuín no oculta tampoco su preocupación por lo que sucederá con el patrimonio de Fexdega si se liquida la fundación, pues recuerda que las naves se encuentran en unos terrenos que disponen de una na situación "privilegiada" y que en su día fueron cedidos por el Concello "para incentivar la promoción económica de la comarca".

"No entendemos la sumisión de Tomás Fole", aseveran los trabajadores.