Francisco Alcalde pide desde su despacho de Vilagarcía de Arousa -donde está la sede de Mexillón de Galicia- que la Consellería do Mar y el Instituto Galego de Consumo sean más rotundos con los casos de fraude.

-La de Thenaisie-Provôté es la segunda denuncia que presentan en apenas tres meses contra una conservera por presunto fraude en el etiquetado de sus latas. ¿Está generalizada esta práctica?

-Algunas empresas de transformación saben que estuvieron utilizando fraudulentamente el buen nombre del mejillón gallego, y que nosotros estamos realizando controles y verificaciones por la permisividad que está habiendo con el cumplimiento de la normativa de etiquetado. Pienso que después de esta campaña esas empresas, que seguramente son pocas, se lo van a pensar mejor y que no van a seguir engañando a los consumidores ni a los miles de familias que viven del mejillón gallego.

-¿Qué es lo que demanda el Consello Regulador?

-Que el consumidor sepa con claridad el origen del producto que va a comprar, si es gallego o foráneo. Pensamos que a día de hoy gracias a esta campaña y a la concienciación el fraude se está erradicando, pero la normativa de etiquetado que contempla el reglamento de la Denominación de Orixe Protexida (DOP) do Mexillón de Galicia sigue sin cumplirse.

-La denuncia puede causar un perjuicio comercial a Thenaisie-Provôté, e incluso perjudicar a sus trabajadores. ¿Valoraron un arreglo más “discreto”?

-Hay que entender que de cinco latas que analizamos, el cien por cien de las piezas de dos de ellas eran de un mejillón de un género incluso distinto al gallego. Entendemos que ante la gravedad del asunto mucho arreglo no podía haber. Todos tenemos que entender que la DOP garantiza los puestos de trabajo en el área geográfica en los tres procesos: el cultivo, la transformación y la elaboración. Está claro que las acciones de este tipo lo que hacen es evitar que el mejillón gallego se vea desprestigiado. Y por otro lado, ser conocedores del fraude y no denunciarlo nos haría cómplices de la ilegalidad.

-¿Hay más denuncias o investigaciones en curso?

-El Consello Regulador continúa con la campaña que inició hace unos meses. Seguimos cogiendo muestras aleatoriamente para analizarlas. Esta campaña se inició a raíz de unas declaraciones de Juan Vieites (secretario general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas, Anfaco) en las que reconocía públicamente que el 60 por ciento del producto que se envasaba en Galicia podía ser foráneo. Esto es una alarma para nosotros. También nos preocupan los datos que se pueden sacar del Anuario de Pesca de la Consellería do Mar. En ellos se ve que antes de 2004 el 60 por ciento del mejillón gallego iba para la industria transformadora y el 40 por ciento restante para fresco. Pero en 2010 esto se invierte totalmente, y el 65 por ciento es para fresco, y solo el 35 para industria. ¿Quién está ocupando entonces el mercado del mejillón transformado que antes era gallego? Quizás tenga relación el hecho de que desde el 1 de enero de 2007 las empresas no pagan aranceles por el mejillón chileno. En 2008 ya había más producto transformado chileno que gallego en la Unión Europea. En esta situación de total indefensión que estamos viviendo expresamos nuestra preocupación por las trabas que está encontrando la implantación de la DOP.

-¿Subyace en la campaña algún tipo de ánimo de “venganza” contra Anfaco por su recurso contra la orden de la DOP o la denuncia ante Competencia?

-No, en absoluto. De hecho, antes de iniciar esta campaña de verificación solicitamos una reunión con el secretario general de Anfaco por dos cuestiones. La primera, las posibles irregularidades detectadas en el etiquetado de productos elaborados de acuicultura, y la segunda, para hablar de la participación del sector conservero en el Consello Regulador. Nosotros pensamos que los fabricantes tienen que estar con voz y voto en el pleno del consejo. No puede ser de otra manera. Pero el secretario general de Anfaco se negó al diálogo con este Consello Regulador. Así que para nosotros él es el máximo responsable de la situación por la que está pasando el mejillón gallego.

-¿Qué opinión le merece Juan Vieites?

-Es un buen profesional pero que principalmente defiende a las empresas que tienen intereses ajenos a Galicia.

-Hay bateeiros gallegos con explotaciones en Andalucía o Chile. ¿No sería contradictorio que estuviesen en el Consello?

-Sería contradictorio si estuviesen entorpeciendo el mejillón gallego y la consecución de la DOP. Nosotros no estamos en contra de las importaciones, pero siempre que cumplan con las reglas y que todos seamos leales, no cometiendo fraude y etiquetando correctamente. Luego el consumidor decidirá. La DOP es el futuro de todos los que viven del mejillón gallego porque queremos conseguir la máxima satisfacción de los consumidores y garantizar el origen y calidad del producto.

-¿En qué situación está el reglamento de la DOP después de que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia anulase la orden?

-Esa sentencia pierde ejecutividad porque está recurrida ante el Tribunal Supremo, por lo que el reglamento sigue plenamente vigente. El fondo de la cuestión es que Vieites no quiere la DOP para el producto transformado, sino una Indicación Geográfica Protegida (IGP). La diferencia es que con la DOP el producto tiene que ser cultivado, transformado y elaborado en una zona geográfica determinada, mientras que con la IGP con que se dé uno solo de estos tres pasos ya sería mejillón gallego. Por ejemplo, si se cultiva y se transforma en Chile y se estucha en Galicia ya sería IGP Mexillón de Galicia. Eso sería un engaño a todos los consumidores y la ruina para todo el clúster del mejillón gallego. Por lo tanto, no recurrir esa sentencia sería no apostar por el mejillón gallego frente a los intereses de otros de introducir producto foráneo.

-¿Qué opinión le merece la multa de 1,8 millones de euros que impuso Competencia?

-Eso fue un ataque del secretario general de Anfaco al sector productor, y va a favorecer a las grandes empresas que tienen intereses en terceros países. Creo que esto puede esconder un intento de descapitalización del sector productor y de coartar su autoorganización.

-Los bateeiros están a menudo enfrascados en polémicas. Eso no ocurre, por ejemplo, en el sector del vino.

-Hay que entender que los ataques en este sector proceden de aquellos que no apuestan por el mejillón gallego y que no quieren que haya bateas en las rías para que la lámina de agua se dedique a otro tipo de cultivos. En el vino, en cambio, tienen aquí su producción y no la traen de fuera.

-El Consello Regulador solo representa al 30 por ciento de las bateas gallegas.

-Es inexacta la afirmación de la baja representatividad porque las funciones del consejo repercuten en todos los que viven del mejillón gallego. En las últimas elecciones votaron casi el cien por cien de los inscritos con derecho a voto. Si muchos productores no pudieron hacerlo fue por imperativo legal porque no cumplían con la Lei de Calidade Agroalimentaria ni con el reglamento del consejo. La propia Consellería do Mar informó de que para poder votar había que estar al corriente de los pagos. Pero yo creo que en el Consello Regulador tienen que estar todos los productores, y desde el primer día estamos buscando fórmulas de integración para que nadie quede fuera de él.