La Comisión Cidadá Pola Recuperación do Patrimonio quiere que la antigua finca de los duques de Terranova pase a formar parte del catálogo de bienes municipales. El colectivo planteará al nuevo gobierno local la adquisición de una parcela en la que se alza una casa de imponente factura actualmente abandonada y en venta que ven posible dedicar a actividades socioculturales.

La comisión nacida a raíz del derrumbe de los bancos de azulejo de Ravella vuelve al trabajo. Con el nuevo gobierno local recién incorporado al Ayuntamiento, el colectivo quiere iniciar los contactos para recordar al alcalde los compromisos adquiridos por la anterior corporación y plantearle otros nuevos.

El colectivo entiende que el Concello debe involucrarse para recuperar la casa que perteneció a los duques de Terranova y Medina de las Torres, y que actualmente se deteriora a ojos vista en las inmediaciones de la calle Pablo Picasso.

Cerca del puerto de Vilagarcía se alza una majestuosa edificación presidida por una gran galería. El inmueble está rodeado por una extensa parcela ajardinada que para la Comisión Cidadá es "una maravilla" que debe ser aprovechada.

El colectivo esperará algunos días para que el recién estrenado regidor municipal, Tomás Fole, "aterrice". En el plazo aproximado de una semana representantes de la comisión tratarán de reunirse con él para hacerle un ofrecimiento de colaboración y plantearle propuestas para el patrimonio local.

La finca de los antiguos duques de Terranova lleva años deshabitada, y en ella cuelga actualmente el cartel de venta. Aunque la comisión es consciente de la delicada situación económica que atraviesan las administraciones, el colectivo cree que el Ayuntamiento de Vilagarcía debe comprometerse para no dejar que se pierda esta "joya".

Manuel Morales, portavoz del colectivo, recuerda los tiempos en los que, hace alrededor de cincuenta años, los muros de la casa albergaban vida y sus jardines asombraban a los que los visitaban. Morales está convencido del valor patrimonial de la propiedad, por lo que tratará de arrancar un compromiso de compra a Tomás Fole.

La Comisión Cidadá entiende que el Ayuntamiento debe iniciar cuanto antes los contactos con los actuales propietarios de la parcela para evitar que ésta pueda caer en manos privadas y, t al vez, acabar derribada.

La agrupación vecinal quiere que el Concello valore las posibilidades a su alcance y busque una forma de costear la compra de la propiedad.

Las evidencias del abandono llevan tiempo dejándose notar en la finca. Recientemente una parte del muro que rodea la parcela se derrumbó, cayendo sobre la carretera en las inmediaciones de la rotonda de acceso al puerto.

Desde el portalón de forja que da acceso a la parcela desde la carretera del puerto arranca un paseo que asciende por la finca hasta Vilaboa. Se trata de un paseo rodeado de plátanos entre los que, en los buenos tiempos de la casa, crecían hortensias de variados colores.

Un riachuelo que forma una laguna recorre además una propiedad en la que hay diversas fuentes y antiguos árboles.

La casa, que cuenta con una gran escalera central que Morales recuerda como "una verdadera obra de arte", no es la única edificación, pues la propiedad dispone también de capilla.

Bancos y pasarela

La Comisión Cidadá pola Recuperación do Patrimonio recuerda además que la corporación municipal se comprometió en pleno a reconstruir los bancos de azulejo de Ravella. El colectivo apela a la sensibilidad y a la responsabilidad del nuevo alcalde, del que esperan que impulse ese proyecto. Además, intentarán que el nuevo gobierno local ponga en valor los restos de la antigua pasarela de Vista Alegre.

Manuel Morales recuerda que el regreso de los históricos asientos es algo "que el pueblo reclama", tal y como demuestran los comentarios de las redes sociales. Por eso quiere reunirse lo antes posible con Tomás Fole para recordarle la importancia de un proyecto pendiente de la autorización de Patrimonio. La Xunta debe dar luz verde para que el Ayuntamiento pueda empezar a construir las réplicas, pues el Jardín de Ravella está incluido en el catálogo de bienes históricos y sujeto a protección patrimonial.

Recientemente la comisión mostraba su descontento con el resultado del proyecto de rehabilitación impulsado por el anterior gobierno local en esa zona verde. El colectivo entiende que la intervención ha desmejorado el jardín, por lo que en los próximos días podrían realizar un acto simbólico de protesta. La intervención consistiría en colgar crespones negros para simbolizar la "muerte" del jardín histórico.