Miguel Ángel Pérez García vuelve a ser alcalde de O Grove. Lo fue entre 1999 y 2003, cuando por primera vez en la historia consiguió revalidar el título, de ahí que siguiera ejerciendo como regidor hasta 2007. En esa penúltima cita con las urnas volvía a hacer historia, pues conseguía que la suya fuera de nuevo la lista más votada, y eso no es frecuente en la localidad meca.

Pero entonces no pudo gobernar, pues PSOE, BNG, Partido Galeguista y Esquerda Unida se unieron, formaron un cuatripartito y derrocaron a los conservadores. El pasado 22-M, por cuarta vez, el PP se situó como fuerza más votada, y esta vez Miguel Pérez hizo gala de sus tablas para impedir que le repitieran la jugada de hace cuatro años.

Al final hubo pacto, pero el suyo, y eso le permite recuperar un bastón de mando que conoce muy bien, al igual que las interioridades del Concello –lo primero que quiere hacer es reunirse con el personal y el comité de empresa "para empezar a trabajar"– y como conoce un despacho que ahora recupera.

Llegó a la política directamente desde los fogones, pues era cocinero, y dicen que de los buenos. Ejerció durante ocho años como primer edil, que como queda dicho es algo impropio en la localidad meca, y actualmente ejerce como gerente del Parque de Bomberos de O Salnés.

Con el paso del tiempo Miguel Pérez ganó en experiencia y se hizo más político, tanto como para saber con quién se acuesta –políticamente hablando– y cuáles pueden ser las consecuencias.

También sabe que cuando uno tiene el poder en sus manos son muchas las palmadas que recibe en la espalda, al igual que José Cacabelos sabe que, cuando el poder se pierde, los cobardes son los que más se benefician y los que gustan de hacer leña del árbol caído.

En definitiva, que Miguel Pérez y José Cacabelos se han intercambiado los papeles, y mientras que uno va a gobernar el otro va a estar en la oposición, aunque eso sí, Cacabelos va a poder compaginar su papel como concejal con el de diputado provincial del PSOE, en representación de la comarca de O Salnés.