A pesar de no existir en O Salnés grandes extensiones de terreno para uso agrícola, en la comarca están establecidas algunas de las principales cooperativas gallegas del sector, como Horsal –huerta– o Martín Códax y Condes de Albarei –vino–. No obstante, no hay en O Salnés una gran variedad de cultivos. La vid, la patata, el maíz, el tomate, la judía, la cebolla o la lechuga ocupan la mayor parte de las cosechas, y son pocos los agricultores que se han atrevido a ensayar nuevos cultivos.

El Grupo de Desenvolvemento Rural (GDR) de O Salnés está convencido de que existen plantas y hongos que podrían tener un aprovechamiento comercial interesante y que la diversificación de los cultivos podría ayudar a la creación de nuevas empresas agrícolas y de puestos de trabajo. Por ello, el GDR celebró esta semana en Cambados una jornada en la que varios expertos y empresarios dieron charlas sobre las posibilidades de ganar dinero con plantaciones de shitaki, árnica, trigo sarraceno, plantas aromáticas o arándanos.

El trigo y los arándanos

El Centro de Investigación y Formación Agraria de Cantabria lleva dos años estudiando como se adapta el trigo sarraceno al clima y los suelos cántabros. Eva María García Méndez cuenta que se trata de una variedad de cereal "muy sensible a la sequía, y de hecho cuando no hay humedad el proceso de floración se retrasa". Asimismo, el trigo sarraceno pide suelos ácidos, como los gallegos. "Es un alimento con propiedades beneficiosas para la salud y no tiene gluten. Además, tiene interés farmacéutico", añade la técnica cántabra.

El trigo sarraceno pide grandes extensiones de terreno, y de hecho los grandes productores mundiales son Rusia y China. Sin embargo, Eva María García afirma que "a pesar de que en España es un cultivo muy minoritario también existen explotaciones de carácter familiar en Cataluña".

Otra de las ponencias de la jornada del GDR versó sobre los arándanos, un fruto comestible que suele crecer en áreas de montaña. Intervinieron en la charla sendos representantes de Laboratorios Raga y de la Estación Fitopatolóxica de O Areeiro y Santiago Liñeira, que pertenece a Fungocerga, una empresa de Melide (A Coruña) que cultiva desde moras a arándanos, pasando por grosellas o shitaki. Los técnicos expusieron en primer lugar que si bien el arándano suele darse en zonas altas, también se ha demostrado que puede crecer bien en tierras próximas al mar, como lo ha hecho en Asturias. El representante de Laboratorios Raga manifestó que el arándano tiene interesantes aplicaciones farmacéuticas, pues puede usarse en diferentes dolencias o infecciones –como por ejemplo la cistitis– y carece de efectos secundarios.

Asegura que en O Salnés podría producirse el arándano rojo debido a la acidez de su suelo, y de hecho ofreció a los asistentes la posibilidad de que su laboratorio colaborase en la creación de plantaciones experimentales de arándano. Algunos de los asistentes a la charla cogieron interesados el número de teléfono del laboratorio.

Cosméticos y árnica

Otra de las charlas la dio un técnico del GDR de la Ribeira Sacra (Ourense), quien expone que se pueden elaborar a muy bajo coste productos cosméticos con los artículos típicos de esa zona, como el vino o el aceite. De hecho, en Cambados mostró un protector labial confeccionado a partir de aceite de oliva. Rosa Romero Franco, de la Universidade de Santiago de Compostela expuso por su parte su convencimiento de que una explotación de árnica puede ser un negocio rentable.

El árnica es una planta medicinal que antiguamente crecía en estado natural y que era muy abundante –Galicia es el lugar de España donde más hay–, pero que ahora empieza a estar amenazada de extinción por la recolección descontrolada y el aprovechamiento agrícola intensivo de los suelos. Puede llegar a tener un valor alto en el mercado –en Galicia se paga por ella unos 10 euros el kilo, pero en otros puntos de Europa su cotización llega a los 60 euros el kilo– y Rosa Romero está segura de que su cultivo profesionalizado tiene un gran potencial debido al interés que el árnica tiene para el mundo farmacéutico.

Shitaki y Milhulloa

En otra de las conferencias se dijo que el monte puede ser mucho más que árboles. Es también un escenario ideal para el cultivo de setas y hongos. Sobre estos se dio el ejemplo concreto del shitaki, muy utilizado por la gastronomía japonesa y para la fabricación de especias.

Los expertos apuntan que el shitaki tiene un precio de venta elevado, y que Galicia es una de las regiones españolas con mejores condiciones para el crecimiento de los hongos. Finalmente, habló Carmen Valiño Vázquez en representación de Milhulloa, una cooperativa social de Palas de Rei (Lugo).

Su entidad lleva una década trabajando en el cultivo de plantas aromáticas o medicinales, como artemisa, tomillo, romero, menta, albahaca o caléndula. Se trata de especies que se plantan en primavera y que empiezan a recogerse en junio. Sus principales clientes son hosteleros, que también se han mostrado interesados por el aceite que Milhulloa elabora mediante técnicas de agricultura ecológica.

Carmen Valiño manifiesta que si bien algunas de las plantas con las que trabaja su cooperativa solo se dan en zonas del interior, hay otras que podrían crecer bien incluso a la orilla del mar. Eso sí, recomienda a los agricultores interesados en aventurarse en alguno de estos proyectos que se unan "no tanto por el hecho de producir más, sino porque eso también les facilitará la transformación y la comercialización".