Más de cuatro años después de que comenzasen las primeras compras de terreno, parece que el proyecto de urbanización de Monte Faro, en Noalla, podría despertar del letargo en que lo ha sumido la crisis inmobiliaria.

La Xerencia municipal de Urbanismo aprobará en su sesión de hoy los estatutos y bases de actuación que regirán el funcionamiento de la junta de compensación, constituida por los propietarios mayoritarios del suelo urbanizable número 13.

Una vez superado el trámite, y tras el plazo de exposición pública en el que los afectados podrán presentar alegaciones, las constructoras Emprosal 16, Lanzagolf y Llave del Año, podrán comenzar a trabajar, sobre el papel, en el proyecto de urbanización del monte. La junta de compensación será la encargada de desarrollar el proyecto, incluso de ejecutar expropiaciones a quienes, en su momento, se negaran a vender los terrenos.

Dos de las principales propietarias de la bolsa de suelo, Emprosal y Lanzagolf, reclamaron a la Administración local la devolución de los 3,8 millones de euros entregados a cambio de no reservar suelo para edificar viviendas protegidas, una maniobra ilegal según el cambio legislativo, de julio de 2008, en materia de ordenación urbanística y protección del medio rural en Galicia, que exige reservar el 20% de la parcela para este fin.

Paralizada se encuentra la urbanización del suelo 14 del Plan Xeral de Ordenación Municipal -en Monte Faro- que ahora se encuentra en manos de una sociedad de Caixanova, Proinsa inmobiliaria, que también reclama al gobierno local la devolución de 4,7 millones de euros por los mismos conceptos de Emprosal 16 y Lanzagolf. El concello de Sanxenxo invirtió los más de ocho millones recibidos en su día de las constructoras en la adquisición de Punta Vicaño,