Las comarcas de O Salnés y Barbanza aspiran a superar de nuevo las 30 Banderas Azules que acrediten la calidad de sus playas y puertos. Queda mucho hasta que se conozca la relación definitiva, pero la coyuntura económica actual –que no se presta a demasiados alardes– hace pensar que la cantidad de estandartes otorgados vaya a mantenerse respeto a ejercicios precedentes.

La Fundación para la Educación Ambiental (FEE), representada en España por la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC), trabaja ya en la supervisión de los arenales del país para seleccionar a aquellos que, por su calidad y servicios, sean merecedores de la emblemática Bandera Azul.

Concellos como el de O Grove, una de las referencias en Galicia, ya hicieron los deberes y presentaron la documentación relativa a sus playas de referencia, en este caso las de A Lanzada, As Pipas, Area Grande, Paxareiros-Raeiros, Area da Cruz y Area de Reboredo.

Y es que los diferentes municipios deben someterse a una serie de requisitos que aparecen contemplados en la "Guía de interpretación de los criterios Bandera Azul para playas", en la que se explica que la campaña "se esfuerza en promover el desarrollo sostenible de las zonas litorales, a través de la exigencia de unos estándares elevados en la calidad de las aguas baño, la seguridad, la gestión ambiental y la información y educación para la sostenibilidad".

Del mismo modo, la campaña Bandera Azul "trabaja para fomentar la cooperación entre el sector turístico y el sector ambiental, a nivel local, regional y nacional".

Municipios como O Grove, con seis banderas, Sanxenxo, que suele rondar la docena, o A Illa de Arousa, que lució dos enseñas de calidad en los últimos veranos, deben prepararse, por tanto, para responder a una serie de exigencias internacionalmente reconocidas, como por ejemplo la de exponer al público información sobre los ecosistemas litorales, espacios naturales sensibles y especies protegidas existentes en el entorno de la zona de baño galardonada.

Igualmente, deben exponerse datos actualizados sobre la calidad de las aguas de baño, es obligatorio mostrar al público información sobre la Campaña Bandera Azul y se advierte de que "las normas locales de utilización de la playa deben ser fácilmente accesibles al usuario y estar a su disposición cuando las solicite". El Concello de turno "debe demostrar que se ofrecen al público, como mínimo, cinco actividades de información y educación ambiental", entre las que pueden estar las que implican una participación pasiva, las de participación activa o las de formación.

Ni que decir tiene que deben cumplirse escrupulosamente "los requisitos y estándares de una calidad excelente de las aguas de baño", como también es imperativo garantizar la ausencia de vertidos industriales, aguas residuales o cualquier otro tipo de sustancias contaminantes o basuras.

La existencia de un número adecuado de papeleras y contenedores, además de su vaciado regular; la existencia de sanitarios "adecuados y limpios, sin vertidos incontrolados o ilegales de sus aguas residuales"; prohibir las acampadas o la circulación de vehículos; impedir la presencia de perros, caballos u otros animales y promover el transporte sostenible son otras condiciones de aplicación para las playas con Bandera Azul.

La citadas son solo algunas de las exigencias a cumplir, de ahí que no todos los municipios estén en condiciones de disponer de Bandera Azul, o prefieran destinar sus recursos a otros menesteres en lugar de usarlos en el acondicionamiento de sus arenales.