La Escuela de Vela de O Grove a punto estuvo ayer de perder su embarcación más emblemática, la Raquel C. La goleta se desprendió de sus amarres por culpa del temporal –con vientos de fuerza 7 a 9, de componente noroeste– y terminó en las inmediaciones de la isla de A Toxa. Según el relato de los responsables del club, les echaron una mano dos barcos bateeiros, al llevarles hasta el lugar donde se encontraba la Raquel C.

Cuando llegaron, la goleta estaba a punto de estrellarse contra las piedras de la ribera, pero los miembros de la Escuela de Vela consiguieron poner en marcha el motor a tiempo, y condujeron la embarcación al interior de la rada grovense, donde comprobaron que no había sufrido daños de consideración.

La Raquel C es una goleta conocida también por participar en actividades educativas como buque-escuela. De hecho, estos meses colabora con la Mancomunidade do Salnés en un programa llamado "Navega e Educa", que costea la Consellería do Mar a través del Grupo de Acción Costeira y que ha permitido que cientos de estudiantes conociesen por dentro una embarcación tradicional.

Entre tanto, los responsables de la Escuela de Vela explican que habían reforzado las amarras tras el aviso de temporal, "ya que es lo único que se puede hacer cuando te encuentras fondeado en una boya, fuera de la dársena de abrigo del puerto. El único sitio en el que tenemos permitido dejar la goleta".

La asociación está muy molesta, porque a pesar de que la Raquel C es un pesquero tradicional que forma parte del patrimonio cultural de O Grove siguen sin tener sitio para atracar en un lugar seguro. Piden a los políticos que se dejen de discursos y que "ahora si quieren, hagan realidad sus promesas", y agradecen a todos los vecinos que les llamaron para dar la alerta desde las 12.40 horas.

Por otra parte, las fuertes rachas de viento que se registraron en momentos puntuales provocaron el desprendimiento parcial de las uralitas de la cubierta de un edificio de la avenida de Galicia, una de las calles más céntricas de Cambados.

Protección Civil y la Policía Local fueron alertados sobre la una de la tarde de que parte de una uralita se había precipitado al suelo –aunque sin causar daños personales ni materiales–, por lo que se desplazaron hasta el lugar con la finalidad de apuntalar la estructura en la medida de lo posible y de retirar la plancha que estaba suelta.

El temporal también tuvo consecuencias para un buen número de vecinos de Meis. Durante la tormenta eléctrica de la madrugada de ayer muchos de ellos se quedaron sin teléfono fijo, y a media tarde todavía continuaban sin servicio.