Falta de iluminación, insuficiente cartelería y ahora una verdadera "selva" que empieza a desarrollarse en arcenes y glorietas. Ésta es la imagen que poco a poco va adquiriendo el llamado Acceso al Puerto, estrenado a bombo y platillo el pasado mes de junio por el ministro de Fomento, José Blanco.

Sin duda, la carretera que enlaza Godos con Pablo Picasso ha conseguido batir récords de tráfico y quizás sea ya una de las más transitadas de O Salnés. Pero de forma pareja es la que menos atenciones recibe por parte del Ministerio que encargó su construcción.

La maleza ha empezado a crecer de forma desorbitada y aunque no amenaza todavía el asfalto se la ve crecer casi día a día. También es notorio el abandono de las zonas ajardinadas en las rotondas, que presentan un aspecto muy descuidado en todos los extremos.

Ello es debido a una absoluta falta de mantenimiento, quizás porque se considere cumplida la inversión en este año.

De hecho, ni siquiera las infraestructuras de que dispone se aprovechan al cien por ciento, aunque sean aconsejables en términos de seguridad.

En los cinco meses que lleva abierta a la circulación, la iluminación de este trazado de siete kilómetros sólo funcionó dos días. Fuentes conocedoras de la infraestructura señalan que ese "milagro lumínico" fue posible porque se pidieron prestados unos generadores de corriente eléctrica.

De hecho los dos primeros días la carretera brilló de forma flamante. A partir de aquel momento no se volvió a ver ni una bombilla encendida en todo el trazado, salvo el que compete al Ayuntamiento de Vilagarcía.

Pero estos factores no han sido los únicos de polémica y, de hecho, llegó a intervenir el alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán por la deficiente señalización que todavía subsiste en el trazado.

Tras la inauguración, aunque la actuación tenía gran inclinación política, Gonzalo Durán llegó incluso a pagar unos carteles de madera que indicaban la dirección de Vilanova.

Entendía que en plena época estival, los conductores procedentes de la autopista tenían que ser informados de la dirección del municipio vilanovés.

La acción del alcalde si tuvo respuesta inmediata. A las pocas horas, una brigada de Carreteras recorrió los siete kilómetros de vía y retiró todas las señales.

Luego hubo una cierta mejoría en la señalización, si bien hasta las glorietas se desconoce si se sigue el mejor camino.

A partir de ahí, no se han visto más actuaciones de las brigadas de mantenimiento de la vía. Fomento debe entender que es muy pronto para el deterioro.