En los últimos años, desde el mandato del PP de Miguel Pérez y la Xunta del bipartito, se emplearon alrededor de 3 millones de euros para solucionar de manera definitiva los problemas de abastecimiento de agua que padecía O Grove. Sin embargo, el pasado verano volvieron a registrarse restricciones, y ahora el Pérez salta a la palestra para decir que, tras las investigaciones realizadas, "hemos descubierto que el problema es que el depósito instalado en Borreiros se colocó a una cota equivocada".

El PP lo achaca todo "a la mala gestión y la incapacidad del gobierno tripartito, que por no saber negociar los terrenos apropiados, y por no atreverse a expropiarlos, aceptó instalar el nuevo depósito en un terreno que cedieron los comuneros, pero que se sitúa 12 o 14 metros por debajo de la cota que recomendaban los técnicos, y esto hace que el agua siga sin llegar con presión suficiente a lugares como Reboredo".

Pérez, que insiste en "la incapacidad manifiesta del alcalde", sostiene que "el enfado entre vecinos y hosteleros de Reboredo es tremendo, y es lógico, pues se creía que tras la millonaria inversión realizada los problemas iban a acabarse para siempre".

Lo que sucede es que "gracias a las obras efectuadas tenemos mucha más agua que antes, pero por el error cometido en la ubicación del depósito sigue sin llegar a ciertas zonas, y esto hace que de algún modo se tiraran por la borda casi tres millones de euros a causa del tripartito".

El conservador meco hace memoria para recordar que en los últimos años se afrontaron "dos obras importantísimas". Una de ellas fue la instalación de la nueva tubería de abastecimiento, "en la cual, como decía hace días el presidente de la Mancomunidade do Salnés, se demostró la solidaridad de los demás ayuntamientos, pues aportaron el 50% de la inversión necesaria a pesar de que la nueva tubería beneficiaba exclusivamente a O Grove".

Además de aquella mejora, en la que se emplearon casi dos millones de euros, se gastó casi un millón más en el nuevo depósito de Borreiros, "con el que conseguimos cuadriplicar la capacidad de almacenamiento de agua".

Estas actuaciones, unidas a la mejora y ampliación de tuberías, sobre todo entre Campos y Reboredo, "deberían haber servido para solucionar de manera definitiva las carencias de agua, incluso en lugares que por cuestión de ubicación o altitud tienen serios problemas cuando en verano aumenta el consumo, pero lo terrible es que no fue así y los problemas no solo se mantienen, sino que se repetirán en próximos veranos".

Llegado a este extremo, Pérez incide en que "no se colocó el depósito donde estaba previsto y donde era necesario, según todos los informes, para garantizar que el agua llegara hasta Reboredo, y no se hizo por la incapacidad negociadora el tripartito lo llevó a aferrarse al terreno de los comuneros, situado por debajo de la cota recomendada".

En el PP sostienen que, si no había acuerdo, tenían que haberse expropiado los terrenos precisos, que además están catalogados como forestales y no tienen posibilidad alguna de aprovechamiento urbanístico.

"Pero una vez más faltó valentía en el gobierno local y arruinaron unas obras estupendas colocando el depósito en un lugar erróneo", continúa Pérez, quien reconoce que el ejecutivo local sí maneja la posibilidad de recurrir a las expropiaciones para instalar la estación depuradora de aguas residuales. "Es lógico que se expropie en caso de que no exista acuerdo con los vecinos porque se trata de una obra de interés general, pero eso es lo que tendrían que haber hecho en su momento con el depósito de Borreiros", espeta Pérez.

Por no actuar de ese modo "lo que hicieron los miembros de este desgobierno fue arruinar unas actuaciones que nosotros habíamos dejado encauzadas y que suponían una mejora sustancial para todo el pueblo y un avance vital para Reboredo".

A modo de conclusión, Miguel Pérez relata que "esta forma de proceder es la que demuestra que el gobierno local no sabe por dónde anda, y además de no hacer nada se dedica a estropear los que ya estaba en marcha o a enfrentarse a las Administraciones que quieren invertir en O Grove pero que solo reciben un palo tras otro a manos del alcalde y sus socios".

Dicho esto, parece que solventar de una vez por todas los problemas de desabastecimiento de Reboredo solo pasa por realizar nuevas obras o instalar un sistema de bombeo, con el coste añadido que conlleva.