Jóvenes de Novas Xeracións de Vilagarcía se concentraron ayer delante de la biblioteca Rosalía de Castro –en la calle Alcalde Rey Daviña– para pedir un edificio de lectura y estudio "digno y del nivel que la octava ciudad de Galicia se merece".

Las juventudes del Partido Popular alegan que, según datos oficiales, el Concello de Vilagarcía tiene 37.000 habitantes, de los cuales 9.000 son estudiantes, por lo que necesita una biblioteca moderna "que nos ayude a eliminar la imagen de Vilagarcía como satélite de Santiago o Pontevedra". Novas Xeracións realizó estas declaraciones con motivo del Día Internacional de las Bibliotecas, y aportaron datos sobre los fondos disponibles en Vilagarcía.

Según esas cifras, el número de volúmenes disponibles en la Rosalía de Castro en 2006 era de 23.829, incluyendo casetes, diapositivas y disquetes, mientras que en 2010 es de 23.956, lo que significa que apenas creció. "La biblioteca universitaria Concepción Arenal de Santiago ya tiene más de 40.000 volúmenes y cualquier facultad –casi todas con menos de 800 estudiantes– cuenta con una biblioteca mayor y mejor".

Novas Xeracións de Vilagarcía opina que "estos datos demuestran que el gobierno local no es tan amigo de la cultura como quiere hacer creer", al tiempo que se pregunta "qué fue de la prometida ampliación de la biblioteca" planteada en su día por el ex alcalde Javier Gago, y de la sede de la UNED.

Pero las juventudes del PP vilagarciano también se quejan de la calidad de los fondos, al señalar que sólo hay 16 libros de historia y 20 de biología. "Invitamos a los lectores a entrar en internet en el sistema de bibliotecas Meiga y horrorizarse con la negligencia de nuestros irresponsables en materia cultural".

Añaden también que los horarios "son para llorar", y que los puestos de lectura –120 en Vilagarcía, 62 en Carril, 30 en Bamio y otros tantos en Vilaxoán– son insuficientes. Ya con carácter más general, Novas Xeracións opina que Vilagarcía tiene "un Concello mercenario que llenó de esculturas insulsas y apáticas la ciudad. Un concello con una concepción cuantitativa y talonaria de la cultura". Finalmente preguntan si algún concejal "pisó esa perversión llamada Museo do Ferrocarril".