José Antonio Cacabelos Rico, el alcalde socialista del Concello de O Grove, considera "absolutamente injustificable, inmoral e indefendible" que la Diputación de Pontevedra destine fondos públicos "a construir un hotel restaurante que va a pasar a manos privadas y va a suponer una competencia directa para nuestros hosteleros y restauradores".

Se refiere a la Pousada da Lanzada, proyectada como alojamiento para personas con discapacidades o dificultades físicas que va a ocupar el actual centro vacacional situado en el istmo grovense, donde el ente provincial pretende emplear 1,5 millones de euros.

Tras haber recibido los ataques del presidente de la Mancomunidade de O Salnés, Jorge Domínguez, que le recordó que el centro vacacional de A Lanzada pertenece a la Diputación y que la escuela taller de hostelería que allí se desarrolla depende de la propia Mancomunidad, José Cacabelos replica que es consciente de ello, "pero no es menos cierto que en O Grove y Sanxenxo tenemos una oferta de plazas hoteleras muy completa, y no es necesario que se instalen más".

"Bien surtidos"

Siempre, según su opinión,"este tipo de posadas pueden estar bien en municipios con escasa oferta o una débil trayectoria turística, a los que quizás sea posible potenciar mediante este tipo de alojamientos, pero en O Grove y Sanxenxo estamos bien surtidos, y lo que menos hace falta es que la Diputación ponga dinero de todos para beneficiar a unos pocos".

El primer edil habla también de las "notorias contradicciones del PP, que por un lado viene al pleno hablando de fracaso escolar y de la escasa formación de los jóvenes, y por otra parte nos rechaza las propuestas de Obradoiros de Emprego que presentamos y ahora quiere llevarse de O Grove la escuela comarcal de hostelería, es decir, que elimina equipamientos públicos y se carga de un plumazo las políticas de formación".

Entrando de lleno en lo que puede dar de sí la construcción de la posada, José Cacabelos manifiesta que "si se tratara de un hotel de 4 estrellas y 25 habitaciones impulsado por la iniciativa privada no tendría nada que decir, pero con esta posada estamos hablando de dinero público, por lo que cabe preguntarse si tiene sentido este tipo de instalación en O Grove".

José Cacabelos Rico está convencido de que no, y de que su localidad "necesita otro tipo de infraestructuras e inversiones, como el puerto deportivo o la autovía hasta el istmo, dos actuaciones que dejó encauzadas el anterior gobierno bipartito de la Xunta y que el actual mantiene bloqueadas".

Esas demandas, junto a la construcción del parking de O Corgo, centro de salud y tantas otras, "forman parte de las verdaderas necesidades de O Grove, entre las que lógicamente no se encuentra montar negocios privados con fondos públicos", espeta Cacabelos.

En esta línea, el regidor insiste en que "este tipo de posadas podrían tener alguna justificación en zonas deprimidas del interior para promover el turismo e intentar desarrollar esas zonas, peor es curioso que las cuatro se monten en O Salnés, un destino turístico maduro y consolidado en Galicia, por lo que cabe sospechar que la Pousada de A Lanzada pueda ser un buen negocio para alguien que en otro lugar no tendría la misma suerte".

La oferta de Sanxenxo

El alcalde socialista de O Grove dice incluso que si el Concello de Sanxenxo ofrece un pazo para acoger la escuela comarcal de hostelería mientras se ejecuta la posada, y si la Diputación se compromete a adecentarlo, "lo que tienen que hacer es instalar la posada en ese pazo, dejando así que el centro vacacional siga adelante con el fin público que tiene encomendado desde que los vecinos cedieron esos terrenos para construir el antiguo sanatorio".

A este respecto, José Cacabelos Rico apostilla que "el espíritu por el que se cedieron las instalaciones del antiguo sanatorio sigue vigente, y si hace medio siglo se pensó en el bien público y social con la instalación del sanatorio, ahora hay que defender el mismo uso público, para así mantener la escuela taller de hostelería, los campamentos y todo tipo de actividades socioculturales y deportivas".

Y ese "espíritu público y social" del que habla tantas veces José Cacabelos "no tiene nada que ver con la construcción de un hotel restaurante, y aunque algunos traten de engañarnos, los grovenses no somos tontos y todos sabemos quién se beneficia con una actuación de estas características", sentencia el alcalde meco.