La Diputación de Pontevedra aprobó ayer, en Junta de Gobierno, el proyecto que entregó el lunes pasado en el Concello de O Grove para la "reforma y rehabilitación integral" del centro vacacional de A Lanzada, el antiguo Sanatorio en el que cada año se dan cita miles de niños que disfrutan de todo tipo de eventos y donde se desarrollan las clases de la escuela comarcal de hostelería.

La intención del organismo que preside Rafael Louzán es construir en el viejo sanatorio grovense una de las cuatro "Pousadas" previstas para O Salnés, y en este caso está previsto invertir 1,5 millones de euros.

Desde la Diputación anuncian que la licitación pública comenzará dentro de quince días, aunque en el Concello de O Grove advierten de que esta actuación carece todavía de licencia municipal, "y no se concederá si se incumplen las normativas urbanísticas o se infringen las restricciones existentes en materia de protección", advierte el alcalde, el socialista José Antonio Cacabelos Rico.

A este respecto, desde la Diputación sostienen que "las actuales instalaciones serán acondicionadas para su uso como posada, para lo cual van a ejecutarse ajustes en la edificación actual que alterarán su distribución, pero no su volumen".

Esto contrasta con lo explicado ayer por el alcalde, que tras ojear el proyecto dice que "no se trata de una simple rehabilitación o adaptación, como tratan de hacernos creer, sino que es una construcción prácticamente nueva, y eso es algo que puede ir en contra de las normas".

Sea como fuere, el ente provincial sigue adelante con sus planes, que pasan por conseguir una "Pousada" en A Lanzada con 23 habitaciones dobles adaptadas para personas con discapacidades, dotadas con baño, servicios generales accesibles, zona de aparcamiento, senderos exteriores y otros servicios.

Se proyecta, igualmente, un comedor de 78 metros cuadrados, un salón de 120 metros y espacios exteriores que ocupan una parcela de casi 116.000 metros cuadrados, es decir, el recinto actualmente destinado a zona vacacional y de acampada.

Cocina, vestuarios y accesos a la playa, situada a escasos metros –sólo hay que cruzar una carretera– son otros alicientes de esta "Pousada", que junto a las previstas para Meis, Armenteira y Meaño conllevan una inversión de más de 10 millones de euros y "crearán un nuevo nicho de mercado que tiene un altísimo interés para buscar la desestacionalización de nuestra oferta", según Louzán.

El presidente apuesta así por el "turismo accesible", el cual "no es sólo un mandato legal, así recogido en la Constitución, sino que supone un atractivo añadido y una nueva oferta dentro de un mercado, el turístico, que obliga a poner en marcha distintos programas dirigidos a ofrecer servicios adaptados a discapacitados físicos, sensoriales o psíquicos".

Se trata, abunda Rafael Louzán, de "un mercado potencial de más de 36 millones de personas en la UE, es decir, que uno de cada diez europeos pueden considerarse potenciales turistas con discapacidades dispuestos a visitar estas posadas en O Salnés".

Muy por el contrario, José Cacabelos esgrime que "hay informes de la propia Xunta que indican que no se precisan más plazas hoteleras y que hay que apostar por otras vías de promoción turística, por eso se entiende todavía menos que sea la Diputación la que impulse lo que es, a la postre, un nuevo hotel".