Los vecinos de Rubiáns se concentraron ayer por la mañana en la zona en la que estará ubicada la futura Praza do Souto para evidenciar el malestar reinante entre la población del lugar por los cambios acometidos en el diseño de ese proyecto.

Un nutrido grupo de habitantes de esta parroquia vilagarciana irrumpió en el lugar en el que trabajan los operarios de la empresa concesionaria del proyecto para dejar clara la "oposición masiva" de los vecinos a la redefinición de estas obras.

"Estamos cabreados", afirmaban, contundentes, los asistentes a la concentración, que aseguraban no ver "lógico que el Concello eche para atrás un proyecto aprobado y negociado" con el colectivo de implicados.

El de ayer fue el primero de los actos de protesta convocados por la asociación O Souto, aunque desde la agrupación vecinal no dudan que volverán a convocar nuevas movilizaciones si desde el Concello no atienden sus peticiones.

Después de este acto, que duró alrededor de media hora y con el que los vecinos han querido dejar claro que la oposición a la pavimentación de la plaza de O Souto en un único nivel es clamor popular, el colectivo está a la espera de ver cómo se desarrollan los acontecimientos en los próximos días. "Intentaremos reunirnos con el concejal y estudiaremos la reacción del Concello", explican desde la asociación.

El descontento vecinal era ayer patente en O Souto, donde pudieron escucharse voces que coincidían en poner en tela de juicio la gestión municipal.

"El Concello no hace una a derechas", afirmaba una mujer mientras en otro grupo se escuchaban comentarios como "parece que el Concello ataca a Rubiáns".

Lejos de buscar la confrontación con los vecinos de esta parroquia de Vilagarcía, el concejal de Xestión do Territorio, Marcelino Abuín, mostraba su buena disposición a reunirse con los representantes vecinales de O Souto para escuchar sus quejas e intentar llegar a un punto de encuentro.

Abuín dejaba claro que los cambios introducidos en el diseño del proyecto que había sido consensuado con los vecinos de Rubiáns responden única y exclusivamente a decisiones técnicas tomadas por los responsables de las obras.

Según los datos con que cuenta el edil, la colocación de un talud a 13 metros del centro social, tal y como reclaman los vecinos, provocaría un desnivel que sería preciso salvar con la construcción de un muro de contención. No obstante, de situar ese cambio de altura a 20 metros de distancia del edificio, tal y como se contempla actualmente en el proyecto, el desnivel queda salvado.

Abuín destacó que el Concello siempre ha mostrado una buena disposición hacia las reclamaciones de los vecinos de Rubiáns, con quienes se reunió repetidas veces en los últimos meses. El concejal recuerda que llegó a retrasarse el inicio de las obras para introducir los cambios solicitados y no interferir con las fiestas locales.