El viñedo se encuentra en el estado fenológico de "racimos separados", y esto implica que las diferentes plagas y enfermedades pueden empezar a causar daños, sobre todo aprovechándose de las buenas condiciones de que disfrutaron los patógenos durante la larga temporada de lluvias. Ahora, con ayuda del clima soleado, los viticultores realizan todo tipo de aplicaciones, tanto preventivas como correctoras, para hacer frente a plagas como el mildiu o el "black rot", que ya han se empiezan a notar en algunas parcelas.

En la Estación Fitopatológica de O Areeiro, dependiente de la Diputación de Pontevedra, explican que la meteorología de la semana pasada resultó "muy favorable" para el desarrollo del mildiu, detectándose ya las primeras infecciones.

Hay incluso parcelas donde la enfermedad empieza a atacar al racimo, motivo por el cual algunas de las plantas que no han recibido tratamientos preventivos o de control presentan lo que se conoce como "curvatura del racimo", que es la principal evidencia de los ataques tempranos del mildiu.

Por todo ello, los técnicos de O Areeiro recomiendan que los productores aprovechen estos días de sol –y de hecho muchos ya lo hicieron durante el fin de semana– para analizar en detalle cada viñedo, tratar de localizar los síntomas del mildiu y aplicar tratamientos allí donde se observen o en cualquier parcela en la que se superara ya el periodo de seguridad o de protección desde la anterior aplicación del fungicida.

En cuanto a la presencia de "black rot", una enfermedad que fue detectada por los técnicos de O Areeiro en su parcela de seguimiento situada en O Condado, hay que decir que "los síntomas han alcanzado nuevas hojas y se ha comprobado la presencia de la enfermedad en otras parcelas de la misma comarca".

Cabe explicar que la "black rot", también conocida como podredumbre o "roña negra" de la vid, es una enfermedad de origen americano que en España tiene menor importancia que en otros países europeos, pero que según los técnicos ha incrementado su presencia en Galicia en los últimos años.

Es un hongo que ataca todos los órganos verdes de la vid y que en caso de afectar a los granos jóvenes consigue marchitarlos, mientras que si se trata de granos grandes –y para ello aún faltan unas semanas– "forma sobre ellos grandes manchas moradas similares a quemaduras y consigue arrugarlos y desecarlos".

En estos casos, además de aplicar los tratamientos preventivos correspondientes, es aconsejable arrancar y quemar los racimos secos y los sarmientos enfermos.