Las fuertes lluvias caídas entre la noche del sábado y la mañana del domingo, acompañadas de rachas de viento de hasta 75 kilómetros por hora, causaron importantes inundaciones en bajos, viviendas y fincas de la mayor parte de las localidades de la comarca de O Salnés. El temporal de este fin de semana provocó cuantiosos daños materiales, así como animales muertos que fueron arrastrados por las corrientes de regatos convertidos en caudalosos ríos.

Los primeros incidentes de consideración se produjeron sobre las cuatro de la madrugada cuando viento y lluvia se aliaron para azotar la comarca. Mientras en los cascos urbanos saltaban tapas de alcantarilla y quedaban anegadas las calles, en las localidades de la periferia se registraban las primeras llamadas de auxilio a los servicios de emergencia. Las distintas localidades de los municipios de Vilagarcía, Cambados, Ribadumia, Vilanova de Arousa, O Grove, Valga y Pontecesures y Valga resultaron anegadas por las aguas.

En Vilagarcía de Arousa las llamadas de socorro procedieron de Castroagudín, Cornazo, Rubiáns y Trabanca Sardiñeira. En estas localidades la situación se agravó como consecuencia de las obras de infraestructuras de la circunvalación norte, el polígono industria de O Pousadoiro, el tren de alta velocidad y el acceso directo del Puerto a la autopista.

Los vecinos de Castroagudín, además de las inundaciones en las zonas por donde pasa la circunvalación norte, el mayor problema lo vivieron ayer a causa del desbordamiento de un regato al que fueron canalizadas todas las aguas pluviales procedentes del polígono industrial de O Pousadoiro. La crecida del regato fue de tal magnitud que las aguas atravesaron la carretera provincial y anegaron los bajos de una vivienda.

Sus propietarios declararon que están desesperados porque desde que se construyó el polígono industrial, cada vez que llueve fuerte se inundan sus propiedades. Los directivos de la asociación de vecinos de Castroagudín han planteado en varias ocasiones el problema al Concello para que gestionase una solución que aún no ha llegado.

En esta localidad también cayó sobre la calzada y el tendido eléctrico un árbol por la acción de las rachas de viento atemporalado, causando el corte parcial del vial y del suministro eléctrico que se suspendió varias veces durante la madrugada.

Varias viviendas y fincas de Trabanca Sardiñeira, Rubiáns y de Cornazo sufrieron inundaciones por las fuertes lluvias caídas sobre áreas que están en obras. También el centro urbano de la ciudad registró el anegamiento de calles y algunos bajos.

En el municipio de Cambados los principales problemas de madrugada se registraron en las parroquias de Oubiña y de Corbillón. En la primera, entre las incidencias más importantes destaca el caso de una casa de turismo rural que tuvo que desalojar de madrugada a sus huéspedes por culpa de las inundaciones.

El casco céntrico cambadés también registraron inundaciones, especialmente en la zona de O Pombal, y saltaron varias tapas del alcantarillado en la carretera PO-549 a su paso por la parroquia cambadesa de Corbillón. Los Bomberos de O Salnés fueron llamados de madrugada por la Policía Local de la villa del Albariño para retirar un semáforo que estaba a punto de caer en Cuatro Caminos y un canalón que ofrecía peligro en la rúa Abelleira, así como en la rúa da Merced por la inundación de una casa.

En Vilanova los problemas más graves a causa de las inundaciones se produjeron en el lugar de Fonsín, parroquia de Baión, y en el polígono industrial de Tremoedo.

La tranquila vida de Fonsín se vio alterada tras la ejecución de dos importantes obras de infraestructuras: el polígono de Baión y el vial de acceso al Puerto de Vilagarcía. El agua se embolsa desde la carretera PO-531 que en momentos de fuertes lluvias resulta casi intransitable, pero la peor parte la sufren los vecinos de las casas más bajas.

Las fuertes lluvias hicieron desbordar un río que anegó los bajos de una casa, incluido un gallinero cuyo muro derribó. La propietaria de la vivienda tuvo que salir de madrugada a abrir la puerta del gallinero para salvar a algunos animales, aunque no pudo evitar la muerte de diez gallinas y seis gallos; algunos de ellos fueron arrastrados por la corriente río adentro.

En el polígono de Tremoedo las deficientes canalizaciones de pluviales volvieron a provocar inundaciones en la empresa Mariscos Gilmar.

En O Grove la zona más afectada fue Terra do Porto, donde resultó anegado el garaje de una vivienda, superando los 80 centímetros de agua y afectando a tres coches y una moto. Además hubo inundaciones en varias calles del municipio.

En Ribadumia, los principales problemas fueron causados por el desbordamiento del río Umia, afectando a un molino y a las instalaciones del club náutico O Muiño. También en Meis resultó anegada la parrillada Umia que ayer no pudo abrir sus puertas al público.