Los alcaldes salinienses vuelven a ver la luz al final del túnel urbanístico tras el anuncio del conselleiro Hernández de reformar la Lei do Litoral en el sentido de delimitar las zonas urbanizables en la franja costera. Vilagarcía, Vilanova, Cambados, A Illa y O Grove resultan especialmente afectadas por la nueva normativa que volverá a definir los niveles de protección tras anularse la norma general de los 500 metros, desproporcionada si se hace caso de la respuesta de cientos de ciudadanos.

Los alcaldes esperan con impaciencia la aprobación de la nueva normativa de la Xunta, para diciembre o enero, ya que les permitirá desbloquear los planes urbanísticos que han sido paralizados por la anterior administración autonómica, y otros, desde bastante antes como O Grove.

Los regidores municipales consultados confían en que una vez que entre en vigor la normativa del litoral haya menos trabas para la reordenación urbanística de cada uno de los territorios.

Gonzalo Durán, alcalde de Vilanova de Arousa, se mostraba eufórico ante el anuncio de Política Territorial porque entiende que responde al sentir general de la localidad.

También Manuel Vázquez, alcalde socialista de A Illa, expresa su agrado con la eliminación de la restricción de los 500 metros, sobre todo en lo que afecta a su municipio que, recuerda, "en su zona más estrecha mide sólo 970 metros", si bien esa cintura territorial es la que ocupa el actual centro urbano.

Algo parecido ocurre en O Grove, si bien en menor proporción, debido a su carácter peninsular, un municipio en el que el Plan Xeral de Ordenación Municipal lleva paralizado desde que el fallecido José Cuiña era conselleiro de Política Territorial.

Luis Aragunde, munícipe cambadés, también manifestó su agrado por el cambio de talante a la hora de hablar de la protección de la costa, ya que abre la posibilidad de edificar en zonas periurbanas pues quedaban totalmente afectadas y que ahora se pueden desarrollar.

En Vilagarcía, la situación es distinta pues cuenta con Plan Xeral en vigor, si bien en fase de próxima revisión. De todos modos, se trata del único ayuntamiento que evitó pronunciarse sobre la reforma prevista, amparándose el edil de Ordenación del Territorio, Marcelino Abuín en que ayer era "domingo" por lo que declinó dar una respuesta al respecto. La alcaldesa, Dolores García, ni siquiera se dignó a descolgar el teléfono.

Ahora, el alcalde vilanovés espera con impaciencia la visita en próximos días de los técnicos de la Mati (Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras) para delimitar la protección de cada una de las zonas. Se trata de uno de los 30 municipios gallegos que aún no fue consultado al respecto

Confía Gonzalo Durán en que la protección de As Sinas debe rebajarse al mínimo "por su vocación urbana y turística y porque además en los planeamientos viejos era urbanizable". También saldrá beneficiada la zona de Currás.

En Cambados se defienden zonas que habían quedado bloqueadas como la avenida de O Salnés, continuación del casco urbano; o A Pastora, que tampoco podía desarrollarse de forma natural.

Recuerda Aragunde que Cambados defiende la protección de la costa y que sólo se edifique en lugares idóneos que no afecten al medio ambiente, pero a la vez recuerda que en su municipio ya se da una gran protección con la aplicación de normas restrictivas vigentes tales como el Plan Especial de Protección del Casco Histórico.

De todos modos, el municipio que resultará más beneficiado con la reforma será el de A Illa, cuyo urbanismo quedaba aniquilado con la anterior ley.