Miguel Ángel Pérez García, portavoz del PP de O Grove, desentierra el hacha de guerra tras el paréntesis de la Festa do Marisco y vuelve a la carga contra el cuatripartito, convencido de que aquel pacto que firmó en 2007 se ha consolidado como "un estrepitoso fracaso" que a su juicio está marcado "por la nula gestión, los enfrentamientos con la sociedad, la falta de liderazgo y una amarga sensación de continuas luchas internas por el poder entre unos compartimentos estancos en los que prima el lucimiento personal por encima del interés general".

La principal responsabilidad, cree Pérez, es del alcalde, "incapaz de enderezar el rumbo y perdido siempre en el mismo discurso".

Como tratando de demostrar que retoma el ciclo político con las pilas cargadas, el líder de los conservadores mecos repasa uno a uno a los cuatro grupos que integran el ejecutivo local, empezando con un PSOE que "hablaba de diez medidas urgentes para los cien primeros día de mandato y que no cumplió ni la primera cuando vamos camino de los 900".

Sigue con el BNG de Carlos Álvarez Besada, una formación que en campaña electoral "comprometió 15 actuaciones urgentes y que a pesar de esa urgencia aún no cumplió ni la primera, y eso que se dotaron de una concejalía liberada".

Es la ocupada por el citado Carlos Álvarez, "pero visto lo visto este concejal trabajaba más cuando estaba en la oposición", apostilla Pérez.

El tercer grupo al que alude es el Partido Galeguista, representado por Alfredo Bea, aunque en este caso pasa casi de puntillas, diciendo que "comprometieron 50 acciones en 50 días y llevan el mismo camino que los grupos anteriores".

Termina el examen con Esquerda Unida, "que tampoco cumplió ninguna de sus previsiones y cuya participación en el gobierno, no sabemos si cabreado su único concejal por no tener compensación en especie, es lo que en Medicina se conoce como encefalograma plano".

Como puede observarse el PP de Miguel Pérez no deja títere con cabeza, quizás porque este grupo considera que "el panorama es desolador, pues ninguno de los cuatro grupos hizo caso a sus programas ni tampoco al decálogo que firmaron como pacto de gobierno, hasta el punto de que lo único que cumplen a rajatabla es el cobro de las dedicaciones exclusivas que pactaron y que en algún caso suponen el gasto menos productivo del Concello".

La gota que colma el vaso, añade Pérez, es la visita del alcalde al presidente de la Diputación, pues quedó patente "el nulo trabajo realizado por el alcalde en dos años y medio, comprobándose que ni tenía proyectos estrella ni era cierto aquello que decía cuando gobernaba el bipartito, asegurando que la deuda histórica con O Grove estaba saldada".

Todo aquello, concluye Pérez, "eran cortinas de humo de las que fue cómplice nuestro alcalde, que sigue anunciándonos las mismas intenciones de siempre y que dejó de lado el PXOM, a pesar de ser un documento definitivo para resolver muchos de los problemas que tenemos".