Madera, espuma, pinturas y mucha paciencia. Estas son las herramientas que desde hace unos días y durante los próximos meses el ebanista Manuel Bóveda utiliza en la árdua tarea de ofrecer un cambio de imagen a los tradicionales cabezudos de Carril. El paso del tiempo ha dejado manifiestas mermas en la estructura de algunos de los personajes que gozarán dentro de poco de unas piernas de madera "nuevas y adaptadas a los tiempos que corren", bromea Manuel.

De los cinco cabezudos conocidos hasta ahora, tres pasarán por las manos expertas de Manuel Bóveda. El rey, la reina y el pequeño marinero sufrirán retoques en su estructura, mientras que el charlatán y la negrita volverán a ser "coloreados" para gozar de un mejor aspecto. Además, explica Manuel, "vamos a construir una compañera para el marinero, que es el único que no tiene pareja".

Anteriores a 1930

Manuel Bóveda señala que la necesidad de reformar los cabezudos era "muy grande" dado que muchos de ellos conservan los mismos materiales que en el año 1930, cuando fueron construidos. Otros, como la negrita o el charlatán "son de una época anterior que ni siquiera nosotros sabemos valorar y es un milagro que estén aún en tan buen estado teniendo en cuenta las condiciones en las que se almacenaron durante décadas".

Lo cierto es que toda la familia de Manuel Bóveda está implicada desde hace tiempo en la conservación de los cabezudos. Las ropas de todos y cada uno de ellos fueron elaboradas por su esposa que, estas semanas, "está pensando también en el nuevo traje que le pondremos al rey", explica Manuel.

Su esposa, peluquera de profesión, fue también la encargada de dotar a la figura de la negrita de una cabellera "moderna e importada de Mallorca" y sigue pensando en el traje que podrá vestir, una vez construida, la nueva compañera del marinero.

Los cabezudos carrilexos no han sufrido una reforma integral desde los años 50 y por ello, explica Manuel Bóveda, "ahora es necesario mejorarlos usando materiales menos pesados para que la carga sea menor cuando los trasladamos en la procesión".

Manuel recuerda que, hasta no hace mucho, los cabezudos de la parroquia se trasladaban hasta Vilagarcía "durante todo el día e iban pidiendo limosna por determinadas casas". Ahora, su aparición se reduce más que nada a acontecimientos festivos como el Santiago Apóstol de Carril o el San Fidel, "para gusto de los niños que una vez más podrán disfrutar de ellos y de la nueva imagen", indica Manuel.

Habrá que esperar unos meses para asistir a la puesta de largo de la nueva comitiva.