El conductor de un autobús perteneciente a una empresa de Gijón fue detenido y puesto a disposición judicial tras haber dado positivo en un control de alcoholemia. El individuo, que responde a las iniciales F.A.B., fue condenado a una multa de seis meses, a razón de cinco euros por día y a treinta jornadas de trabajos comunitarios. Además se le retira el carné de conducir por un periodo de 16 meses.

Los hechos ocurrieron el lunes, a las 00.30 horas, cuando el autobús, con 54 pasajeros a bordo, abandonaba la popular Fiesta del Marisco de O Grove, en la que participaron casi 150.000 personas llegadas desde toda España, y entre ellas una gran cantidad de ciudadanos asturianos que, como este grupo, abandonaban la villa marinera a altas horas.

A Lanzada

A la altura del istmo de A Lanzada, en la única salida por carretera de que dispone O Grove, la Guardia Civil de Tráfico había instalado un control de alcoholemia, y cuando realizaron la prueba al conductor del autobús comprobaron que ofrecía un resultado de 0,87 miligramos por litro en aire expirado, cuando el máximo permitido para los conductores de este tipo de vehículos es de 0,15. Momentos después se le realizó una segunda prueba, y apenas había bajado hasta 0,84.

Por este motivo el citado conductor fue detenido por los agentes. Posteriormente quedó en libertad, con la obligación de presentarse ayer en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Cambados, para someterse a la celebración de un juicio rápido.

Así lo hizo, y fue en ese juicio donde se le impuso la pena antes citada, por conformidad del propio imputado. Cabe indicar que el conductor tiene antecedentes penales, pero no eran computables a efectos de imponerle una pena mayor.

En cuanto a los pasajeros del bus, cabe indicar que tras el susto inicial, al ver que se quedaban sin medio de transporte, hay que decir que pudieron continuar viaje. Parece que el autobús no llevaba conductor acompañante, por lo que fue inmovilizado en el istmo de A Lanzada.

La guía del grupo asturiano contactó con su agencia de viajes, que envió un autobús de repuesto, lógicamente con otro conductor. De este modo los turistas que habían acudido a la Fiesta del Marisco de O Grove pudieron seguir camino hacia el hotel en el que estaban hospedados.

Fue un transbordo que no parece haber tenido mayores complicaciones, pues se alojaban en el lugar de Montalvo, situado en el ayuntamiento lindante de Sanxenxo.