La asociación hípica Pica Espuela logró congregar en su segunda Ruta Cabalar a ochenta amantes de los caballos. La cita fue un éxito de participación, y permite afrontar nuevos proyectos de futuro.

El presidente del colectivo, Simón Lede Paz, cuenta que uno de los que les hacen más ilusión es la creación de un local en el que puedan juntar los caballos y donde se habilitaría un pequeño picadero que tendría fines educativos y donde divulgarían la afición por los caballos.

Se trata de un proyecto ambicioso y caro, por lo que necesitan el respaldo de alguna administración pública. Pica Espuela cuenta en la actualidad con 12 socios, todos ellos vecinos de Ribadumia y de Meis. El colectivo nació a principios de 2008 y su carta de presentación fue una Ruta Cabalar que recorrió diversos puntos de Ribadumia y del monte Castrove.

Un año después, celebraron una segunda edición de esta misma ruta -fue el pasado fin de semana- y ahora ya están meditando los pormenores de la próxima actividad, que podría ser una peregrinación a caballo a Santiago de Compostela.

La afición de Simón Lede

Cada uno de los 12 socios de Pica Espuela tiene entre uno y dos caballos, pero el caso de Simón Lede es diferente. En su caso, cuenta con más de media docena. Explica que “llevo desde pequeño entre los caballos”, y que “es mi deporte y algo que forma parte de mi vida”.

Cuenta que no es una afición cara, y que una persona que desee iniciarse en la hípica ya puede conseguir un buen animal con todos los equipos necesarios por unos 1.500 euros. A partir de ahí, el gasto en alimentación y cuidados del equipo pueden ascender a unos 100 euros mensuales. “Yo no creo que sea una afición cara -dice-. Hay otras en que gastas mucho más”.

En estos momentos, Pica Espuela sólo tiene socios de Ribadumia y Meis; pero se trata de un colectivo abierto a nuevas incorporaciones de amantes de los caballos, sean del lugar que sean, y tanto se trata de profesionales como de personas que deseen iniciarse en el mundo de la hípica recreativa. Lo que Pica Espuela ofrece es ratos en contacto con la naturaleza y con otro de los más fieles amigos del hombre: el caballo.