Uno de los principales handicaps de la comarca de O Salnés siempre ha sido su vertebración viaria. Este obstáculo se superó en parte con la construcción de la vía rápida -ahora autovía- entre Barro y Sanxenxo y sus sucesivas variantes a Cambados, primero, y a Vilagarcía, después.

Sin embargo, uno de los principales problemas viarios de la comarca es la ciudad de Vilagarcía, donde el tráfico que se dirige hacia el Ullán o hacia Santiago se encuentra con un cuello de botella exasperante. Los pasos hacia esa solución ya están dados y la nueva Xunta de Galicia se va a encontrar con una serie de obras que tienen como objetivo paliar esta situación.

Una de ellas es la circunvalación norte de Vilagarcía, una obra que se encuentra en los últimos pasos de su ejecución y que puede ser una de las primeras que inaugure el gabinete de Agustín Hernández, conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras. En estos momentos, las máquinas se afanan en instalar la capa de rodadura y en asegurar los pasos superiores, paso previo a su puesta en marcha. Aunque en estos momentos parece que están muy avanzadas las obras, lo cierto es que ya acumulan varios meses de retraso, ya que el anterior gobierno bipartito pretendía inaugurarla a finales del pasado año.

Esta circunvalación nace para canalizar todo el tráfico procedente de la carretera de Pontevedra que, en la actualidad, tiene que pasar por Vilagarcía para poder acceder a otras zonas en el norte del Concello.

Su construcción se presupuestó en 28.630.000 euros y va a tener características de vía de alta capacidad. Su longitud total es de 7,6 kilómetros, naciendo en una intersección en la PO-548, a la altura de Carril para unirse en un “scalextric” en la parroquia caldense de Godos, donde se une con la N-640, la PO-531 y el vial portuario. Esta última obra es otra de las que se encuentra en marcha y que acumula un importante retraso. Obra dependiente del Estado, todavía se encuentra en fase de excavación cuando ya debería haber sido inaugurada en el primer trimestre del año. Lo único que está finalizado son las variantes que comunican este vial con la vía rápida en Renza y con el centro de Vilagarcía, ejecutadas por la Xunta.

Si dos de las obras fundamentales para articular la comarca se encuentran en fase de ejecución, el nuevo gabinete de Alberto Núñez Feijóo, especialmente el de Agustín Hernández, tiene todavía cuentas pendientes con esta comarca que deben ser solucionadas.

La más importante es la autovía entre Pontevedra y Vilagarcía a través de la actual PO-531, un vial que debe acabar con el colapso absoluto que sufre esta carretera desde hace años. Aunque se ha paralizado el nudo de Curro, en el municipio de Barro, la intención del nuevo gabinete es llevarla a cabo con el fin de mejorar las comunicaciones.

Además de Vilagarcía, O Grove es uno de los municipios que presenta un mayor déficit en sus comunicaciones. El más importante es la vía rápida, ya que el desdoblamiento en autovía sólo se ejecutó hasta el vecino municipio de Sanxenxo, cuando la villa meca considera que es necesario para evitar el colapso de tráfico que se registra en verano por los miles de turistas que se acercan a las playas.

Otra infraestructura que se debe acometer y que reclama el Concello es la construcción de un puerto deportivo. El propio Núñez Feijóo llegó a presentar un proyecto cuando era conselleiro de Política Territorial que posteriormente sería modificado al posicionarse en contra de su diseño gran parte de los sectores económicos y sociales. El propio alcalde de O Grove, José Antonio Cacabelos, reconoció recientemente que este proyecto “es imparable” y se va a poner en marcha en breve.

Cambados es otro de los municipios en los que se pretende ubicar un puerto deportivo de estas características y que contó en su día con el respaldo de Feijóo. El proyecto quedó paralizado durante los últimos cuatro años, aunque el Concello de Cambados está dispuesto a recuperarlo al suponer una importante remodelación de su fachada marítima, ampliando el número de amarres de la actual dársena y creando una importante zona comercial y de ocio, bajo la que se asentaría un parking subterráneo.

En Vilanova también existen una serie de infraestructuras que el Concello va a poner encima de la mesa para que se ejecuten de forma inmediata. Una de ellas fue presentada esta misma semana por el alcalde de Vilanova de Arousa, Gonzalo Durán, y es la recuperación del proyecto del vial de la costa, obra que se pretende recuperar aprovechando la remodelación del puente de A Illa que ha dejado licitada la anterior Xunta. El vial permitiría descongestionar el tráfico de las playas en la zona y mejorar las comunicaciones entre A Illa, Vilanova y Cambados. Además, el Concello también va a reclamar que se redacte un proyecto de mejora de la seguridad viaria en la PO-549 a su paso por Caleiro para evitar que se registren accidentes.