Los afectados por la reforma de ampliación de la PO-531, vial que une Pontevedra con Vilagarcía, celebran la decisión del nuevo titular de Infraestructuras de la Xunta, Agustín Hernández, de paralizar las obras del nudo de Curro, para negociar el proyecto con los vecinos. El conselleiro confirmó ayer que se replanteará el proyecto.

Manuel Corredoira, portavoz de la Plataforma de Afectados, aseguró que los vecinos están satisfechos porque “un compromiso electoral se transforma en una acción de Gobierno”. El proyecto de ampliación de esta carretera fue el principal conflicto social de la anterior conselleira de Política Territorial, María José Caride.

Los vecinos son contrarios al actual diseño del proyecto, por considerarlo muy lesivo para un “buen número de propiedades y negocios en los municipios de Pontevedra y Barro”, apuntó Corredoira.

Los vecinos esperan que el titular de Infraestructuras siga mostrando la misma sensibilidad para intentar hacer compatible “la mejora de una infraestructura, con la preservación de los intereses particulares”.

Sobre esta nueva actitud de la Xunta de Galicia, Manuel Corredoira añadió que “sólo queda que en las negociaciones se nos escuche y que el diseño de la nueva carretera sea consensuado por todos”.