En la madrugada de ayer, tal como estaba previsto, se abrió al tráfico la carretera PO-225, que une la N-550 entre Santiago y Pontevedra con la que va a Vilagarcía, PO-531, en la parroquia pontevedresa de Alba. El corte al tráfico de este vial se produjo a primera hora de la mañana del pasado miércoles después de que un camión hormigonera se quedara atascado en el kilómetro 0,330 debajo de un puente, debido a la altura, por el que pasa la vía.

El conductor del camión no respetó la señal de gálibo y causó importantes daños en la estructura del puente que ayer seguía siendo reparado por operarios de Adif.

Los daños causados en el puente motivaron el corte ferroviario durante cuatro horas y el cierre a la circulación de la citada carretera utilizada por muchos automovilistas que se dirigen a Vilagarcía o Santiago de Compostela.

La Guardia Civil de Tráfico de Pontevedra informó de que a las 4.30 horas de la pasada madrugada la carretera PO-225 fue abierta a la circulación para todo tipo de vehículos.

El vial permaneció cortado al tráfico mientras se prolongaron los trabajos de reparación de la estructura del puente por el que pasa la vía férrea.

Sobre las 8.15 horas del miércoles en el kilómetro 0,330 de la carretera PO-225 un camión que pasaba por debajo del puente que sostiene la vía férrea en el tramo de Pontevedra a Vilagarcía, al no respetar la altura, quedó atascado.

Por ello, Renfe tuvo, además, que realizar transbordos y transportar pasajeros por carreteras entre Vilagarcía y Pontevedra, en ambos sentidos, hasta que, pasado el mediodía, quedó restablecido el tráfico ferroviario.

El siniestro afectó a la circulación de nueve trenes durante la mañana del miércoles y un total de 450 pasajeros tuvieron que hacer el viaje entre Pontevedra y Vilagarcía y viceversa en autobuses.