“Mientras estén en el Punto Limpo, aunque esté a reventar, no están en vertederos ilegales por el monte”. Mario Vázquez, técnico municipal de Medio Ambiente, asegura que ésta es la mejor cara de la noticia, aunque reconoce que “todavía hay muchos desaprensivos que, con dos formas de deshacerse de voluminosos como tenemos en este Concello, tiran las teles viejas o los colchones al bosque”.

El servicio del Punto Limpo se ha ido convirtiendo con el paso del tiempo en algo de uso habitual entre los vilagarcianos y las empresas locales, que llevan los residuos que no son habituales -como muebles o material electrónico- a las instalaciones de Pinar do Rei, en Xiabre. Sin embargo, mientras algunos tienen mejor salida, otros se acumulan en ingentes cantidades sin que se les pueda dar salida, como en el caso de los llamados RAEE (residuos de aparatos eléctricos y electrónicos).

Montañas de ordenadores, impresoras, monitores o altavoces se almacenan en el recinto del Punto Limpo a la espera de ser llevadas a un lugar mejor donde las reciclen. “Estamos a la espera de un convenio conforme con la Ley de Residuos para que los venga a recoger una de las dos empresas especializadas en España para estas tareas”, explica Mario Vázquez.

La gestión de la recogida de basuras electrónicas la llevan a cabo ECOLEC y ECOTEC, dos fundaciones integradas por administraciones públicas y grupos empresariales. Éstas llevan a cabo la recogida del material utilizando para ello el canon que cada usuario paga cada vez que compra algún tipo de material electrónico (de la misma forma que ocurre con otras basuras, como es el caso del vidrio).

“Existen 3 niveles en el tratamiento de residuos. El primero es el que hacemos nosotros, el de recogida y almacenaje. El segundo es el que llevan a cabo ECOLEC o ECOTIC, que consiste en el tratamiento y separación de los componentes electrónicos. El último paso es el del reciclaje en sí, que se hace en diferentes plantas repartidas por todo el Estado” explica Mario Vázquez. Así que a los ordenadores que hoy se acumulan en el Punto Limpo de Pinar do Rei les quedan todavía muchos trámites por delante antes de desaparecer del mapa.

De momento, el primer paso es concluir la firma del convenio para que alguna de las fundaciones que se encargan de ello vengan a llevarse el material. A pesar de los retrasos, entre los encargados de la gestión municipal de estas basuras, existe ligera satisfacción porque parece que los vilagarcianos empiezan a acostumbrarse a utilizar el Punto Limpo. “Si todo lo que está almacenado en Pinar do Rei estuviese tirado por el monte no me imagino cómo sería. La gente tiene que tener en cuenta que, aunque el bosque cubra rápidamente de maleza las lavadoras o los muebles no significa que estos desaparezca” afirma el técnico de Medio Ambiente.

Parece que con el paso del tiempo muchos ciudadanos se han dado cuenta de la comodidad que supone, y sobre todo de lo bueno que es para el medio ambiente, llevar los residuos voluminosos al Punto Limpo. “Cada vez hay más plantas de reciclaje y más cerca de nuestros lugares, por lo que si la gente colabora la basura no tiene por que acabar desperdigada por los bosques” asegura Mario Vázquez. Ahora sólo falta que las autoridades se pongan las pilas para que los residuos lleguen hasta el final de su ciclo y sean reciclados.