El fin del “Abrente” ya tiene fecha y presupuesto asignado. Después de un largo periplo burocrático, la Autoridad Portuaria ha adjudicado los trabajos de reflote del narcobuque hundido a la empresa Servisub Galicia, con sede en A Coruña. El presupuesto presentado por la firma rebaja ostensiblemente el máximo planteado de forma inicial desde el puerto de Vilagarcía y desciende de los 170.000 euros hasta los 120.000 que finalmente va a cobrar la empresa coruñesa por los trabajos de rescate del barco.

El plazo para reflotar el barco hundido en el muelle es de dos meses como máximo, aunque los 60 días no empiezan a contar desde hoy mismo, ya que queda un último paso, un trámite más que cumplimentar antes de que comience el principio del fin de la estancia del “Abrente” en Vilagarcía. Servisub Galicia tiene ahora que elaborar un plan de rescate para presentarlo ante la Capitanía Marítima, institución que se reserva el visto bueno final.

En principio, la administración del puerto y Capitanía han revisado de forma conjunta las ofertas de reflote, por lo que no debería haber problemas en cuanto a la aprobación del plan de rescate. Solo después de ésta llegará la adjudicación definitiva de los trabajos y la firma del contrato entre la Autoridad Portuaria y la empresa gallega.

Mientras tanto, el narcobuque sigue sumergido en el muelle de pasajeros, de la misma forma que quedó hace casi 3 meses. A finales de enero, el “Abrente”, que ya había sufrido de todo en su larga estancia -8 años- en el puerto de Vilagarcía, tuvo que soportar varios temporales intensos que provocaban que el casco del barco batiese de forma continua contra el muelle de hormigón. En una de esas embestidas se abrió una vía de agua en el oxidado buque, lo que provocó que comenzase a hundirse lentamente. Con el paso de los días, el barco fue ladeándose cada vez más hasta quedar volteado por completo, atrapado incluso en el fango del lecho marino.

En primera instancia, desde el puerto se actuó rápido. Se amarró bien el buque, se colocaron las barreras anticontaminación para prevenir posibles vertidos -aunque en principio el barco no contenía combustibles en su interior- y se acordonó la zona, para evitar que cualquier curioso se acercase a la vieja y oxidada nave.

El hundimiento se produjo poco después de que el Plan Nacional sobre Drogas zanjase el largo proceso de subasta del barco y se lo adjudicase a un empresario de Pontecesures, Andrés García, quien lo adquirió con el objetivo de convertirlo en chatarra (que es la única manera de obtener beneficio del “Abrente”, ya que la maquinaria interna es completamente inservible).

Ahora parece que la estancia del narcobuque en el puerto de Vilagarcía llega a su fin, después de casi convertirse en un icono inconfundible de la rada arousana. Si Capitanía Marítima, como se prevé, no pone trabas al plan de rescate y reflote presentado por Servisub el “Abrente” podrá dejar el mar dentro de algo más de dos meses. Después, ya en tierra, será convertido en chatarra para ser reutilizado.

Siguen sin acordar quién pagará la factura de los trabajos

Aunque el reflote del barco ya se ha adjudicado, queda por delante otro espinoso asunto: el referido a quién pagará la factura. Los 120.000 euros tendrá que abonárselos alguien a Servisub, y el empresario cesureño Andrés García y la Autoridad Portuaria de Vilagarcía parecen no ponerse de acuerdo sobre quién.

García asegura que el barco no le fue entregado formalmente, por lo que no es su dueño real y, por lo tanto, no tiene que pagar los costes derivados del reflote. Ante la disputa abierta todo indica que serán probablemente los tribunales los que al final tengan que decidir quién se encarga de pagar la factura del “Abrente”.