Representantes del PSdeG-PSOE, BNG, Partido Galeguista (PG) y Esquerda Unida-Izquierda Unida (EU-IU) se reúnen hoy en la sede de los esquerdistas para revisar el pacto de gobierno que los mantiene en el poder en el Concello de O Grove.

Las innegables disputas internas entre los concejales de las diferentes formaciones, las ansias de protagonismo de alguno de ellos y las reiteradas muestras de marginación hacia el único representante de EU-IU son las claves de las diferentes crisis internas por las que atraviesa esta alianza desde su creación, en junio de 2007.

De lo que se trata en la reunión de hoy es de volver a acercar posturas e intentar salvar los dos años que restan a este gobierno, tratando así se superar su enésima crisis interna. Si nada falla, de esta reunión deben salir todos con un pronunciamiento unánime, con una clara disposición a cerrar filas y conjurados para seguir gobernando. Si no es así, el cuatripartito estallará en mil pedazos.

Antes de que esto suceda, las cuatro formaciones van a poner sobre la mesa sus quejas y reivindicaciones, pero también van a hacer balance de todo lo que han gestionado, y conseguido, hasta la fecha. Se trata pues de revisar el pacto de gobierno y afrontar la nueva etapa que se abre tras el cambio de escenario que provoca el relevo en la Xunta a raíz de las elecciones del 1-M. Y es que a raíz de ese proceso electoral PSOE y BNG ya no están sujetos al pacto de no agresión que mantenían en Galicia, y tanto ellos como el edil del PG y el esquerdista Juan Lamelas ya no tienen en Santiago a su “gobierno amigo”, de ahí que quieran revisar su estrategia.

Con este panorama, dado que es preciso “releer” el pacto firmado en su día y analizar las promesas cumplidas, pero también las que faltan por cumplir, aquel documento que sellaron José Cacabelos, Carlos Álvarez, Alfredo Bea y Juan Lamelas vuelve a estar de actualidad.

El llamado “Acuerdo para la constitución de un gobierno estable para el mandato 2007-2011” marcaba una serie de normas de funcionamiento, pero también los “objetivos programáticos” fundamentales del gobierno, tales como “gestionar con la Xunta la situación administrativa derivada de la suspensión de las Normas Subsidiarias”.

Dichos objetivos incluían como “prioridad del equipo de gobierno” la redacción del PXOM y “definir las directrices de crecimiento sostenible de O Grove”. Pero también se prometían “gestiones prioritarias” para conseguir suelo industrial, facilitar el acceso a la vivienda protegida, propiciar la participación ciudadana y lograr infraestructuras como el centro de salud, centro de día, autovía hasta A Lanzada, depuradora, puerto deportivo, instalaciones deportivas y edificio de usos múltiples.

Ver qué se ha cumplido de todo esto, y qué sigue en el tintero, centra buena parte de la reunión prevista para hoy en la sede de EU-IU. En juego está no sólo la continuidad del cuatripartito, sino el futuro del Concello de O Grove.

“No se hicieron los deberes”, reconoce José Antonio Taboada

La reunión de las fuerzas que sostienen al cuatripartito para revisar el pacto de gobierno y acabar con las batallas internas surge a raíz de la advertencia lanzada por la agrupación de EU-IU, la cual, cansada de ver cómo se margina a su representante en la alianza, ya no pudo aguantar más cuando se suspendió el pleno ordinario de marzo por una supuesta carencia de asuntos a tratar, a pesar de que su representante había presentado dos mociones.

José Antonio Taboada Magdalena sigue siendo uno de los hombres fuertes de esa agrupación, y es él quien confirma que la reunión de hoy en su sede trata de “hacer que se cumpla el pacto y se corrijan las situaciones padecidas en los dos últimos años”.

En un claro intento por suavizar la tensión existente, sostiene Taboada que “no se trata de crear crispación y no tiene por qué existir problema alguno, ya que esta reunión se plantea en tono constructivo, y si llama la atención es porque se celebra después de dos años, cuando en realidad estos encuentros deben mantenerse al menos cada seis meses”.

Se trata, argumenta, de “facilitar el control del gobierno municipal por parte de los partidos que lo sostienen, ya que el pacto en sí mismo es fruto de lo acordado por las distintas formaciones, independientemente del papel desempeñado por los concejales que las representan”.

De forma muy gráfica, el izquierdista José Antonio Taboada Magdalena esgrime que hay que analizar la gestión desplegada hasta la fecha y preparar los dos años que restan “porque no se hicieron los deberes y ahora se plantea una nuevo panorama político, por los cambios en la Xunta, que hace imprescindible revisar las condiciones de ese pacto y ver cómo va a funcionar en el futuro”.